El próximo sábado bajarán las temperaturas entre dos y cuatro grados en Baleares para dar la bienvenida a un otoño que según las predicciones será «normal» aunque con precipitaciones ligeramente superiores a las habituales, según ha informado la Agencia Estatal Meteorología (AEMET).
El delegado territorial de la AEMET en Baleares, Agustín Jansà, ha dicho hoy en rueda de prensa que se prevé que las temperaturas en los meses de octubre, noviembre y diciembre se encuentren dentro de las esperadas en la estación, como parte de una predicción «orientativa», que se puede cumplir o no.
El sábado será el día en el que se note la llegada del otoño, especialmente durante la mañana, que será más fresca, aunque en los días posteriores podrían volver a subir ligeramente las temperaturas.
El otoño se espera un poco más lluvioso de lo acostumbrado, lo que será bien acogido por las islas que han tenido un año hidrológico deficitario, según el balance interanual hasta el 22 de septiembre, que ha registrado una situación anómala.
Mallorca e Ibiza han tenido un 14 % y un 26 % menos de precipitaciones, respectivamente y la excepción se ha presentado en Menorca con un 34 % más de lluvias.
Verano
El verano en el archipiélago, que toma en cuenta los meses de junio, julio y agosto, ha sido prácticamente igual al del año pasado, que los expertos sitúan en -0,1 grados de variación.
La primera quincena de septiembre ha seguido la línea de la normalidad aunque con un cambio de signo a positivo (0,1 grados). Jansá ha confirmado que estas variaciones son prácticamente irrelevantes por lo que el balance resulta «positivo».
En cuanto a compensación entre las diferentes islas, la AEMET concluye que este verano ha sido ligeramente más cálido en el sur de Mallorca y las Pitiüsas, mientras que en Menorca y parte de Mallorca las temperaturas han sido más frescas.
El día más cálido del verano en Baleares se registró el lunes 22 de agosto cuando se alcanzaron los 38,3 grados en Palma, mientras que el domingo 24 de julio, con 22,2 grados en Menorca, se señaló como el día más «anómalo» de la estación estival.
Durante los meses más calurosos también se echaron de menos las lluvias, que en el conjunto de las islas se registró casi un 40 % de déficit de precipitaciones. Ibiza fue la isla más afectada junto a Mallorca, mientras que Menorca registró niveles normales.
Si bien las temperaturas registradas durante el verano estuvieron dentro de lo esperado, la carencia de lluvias pudo haber influido en la ola de incendios que ha vivido el archipiélago durante estos meses, en los que ha superado con creces las hectáreas quemadas en la última década, ha opinado Jansá.
El delegado territorial de la AEMET ha precisado que se confirma la influencia del cambio climático en los últimos años si se comparan las temperaturas registradas en los veranos de los últimos 38 años.
Según una gráfica, las temperaturas del verano de 2011 están muy por encima de las registradas en las décadas de los 70 y 80, aunque muy por debajo de las históricas que se vivieron en los primeros años de la década del siglo XXI, como en 2003.