Borrego jura como secretaria de Estado sin representantes del sector turístico balear

Isabel Borrego juró ayer el cargo como nueva secretaria de Estado de Turismo respaldada por el PP nacional y, especialmente, por el balear, pero no así por el sector turístico balear, que no contó con ningún representante en dicho acto.
Borrego aseguró, tras el acto de jura, que la reconversión de los destinos maduros será la base en la que trabajará el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, para impulsar el crecimiento del sector turístico durante esta legislatura, de ahí que declarara que «asumiré como proyecto prioritario para Balears la remodelación de la Bahía de Palma, en la que Alvaro Gijón está dando un gran impulso».

Satisfacción
Mostró su satisfacción porque «Rajoy ha contado con esta Secretaría de Estado y me ha elegido. Es una gran responsabilidad porque estamos ante un sector económico que nos puede sacar de la crisis. El futuro Plan de Integral de Turismo incidirá en esta vital cuestión y en las economías insulares que dependen del turismo».
El acto estuvo presidido por el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, y en él estuvieron presentes el presidente del Govern, José Ramón Bauzá; la presidenta del Consell de Mallorca, María Salom, y el nuevo delegado del Gobierno en Balears, José María Rodríguez, así como el gerente del Consorcio de la Platja de Palma, Alvaro Gijón.
El ministro José Manuel Soria, durante la toma de posesión de los nuevos altos cargos de su departamento, citó en primer lugar el turismo como ámbito para las reformas, y calificó esta actividad de «motor de la economía española en la presente legislatura por su dinamismo y generador de empleo».
José Ramón Bauzá se mostró convencido de que la designación de Isabel Borrego permitirá que «muchos de los proyectos para hacer el sector turístico balear más competitivo se podrán plasmar a través de la labor que efectuará la Secretaría de Estado de Turismo».
Para Gijón, la designación de Borrego es una de las «mejores noticias, porque conoce perfectamente la realidad turística y los pormenores del proyecto de la Platja de Palma. Es vital que la iniciativa privada se involucre, pero somos conscientes de que no lo hará si no ve señales claras de la Administración pública».