El departamento de Sanitat del Consell d’Eivissa intervino el año pasado un total de 1.100 palmeras afectadas por la plaga del picudo rojo, de las cuales 766 tuvieron que ser directamente destruidas mientras que el resto, 335, fueron saneadas pero aún están en periodo de observación para ver si finalmente se salvan o no.
Según informó el Consell, la eliminación de ejemplares por el picudo rojo tuvo un salto cuantitativo este último año, ya que en 2011 se tuvieron que destruir 185 palmeras, una cantidad que dista mucho de las casi 800 del año pasado. Es el resultado de una tendencia que no ha dejado de crecer desde 2007, cuando se eliminaron solo 7 palmeras (todas de Sant Josep), que aumentaron hasta 13 en 2008, y sumaron 69 en 2009 y 56 en 2010.
Desde la institución, señalaron que el «importante» incremento de este último año se debe a tres motivos fundamentales: «más detecciones, mayor colaboración ciudadana y la expansión de la plaga».
Sobre el primer motivo, el Consell detalló que «desde la puesta en marcha, el año pasado, de un procedimiento de colaboración con los ayuntamientos, los técnicos municipales realizan una importante tarea de detección, que complementa la del departamento de Sanitat Vegetal del Consell». «La capacidad de llegar a más palmeras es muy superior y se hace un gran esfuerzo», destacó la institución.
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