El secretario general de la FSE-PSOE, Vicent Torres, ha manifestado su «profunda preocupación por la deriva de Vicent Serra y por el desgobierno que afecta a nuestras instituciones». Torres ha hecho estas valoraciones, refiriéndose a la reunión celebrada este martes en relación al traslado a la nueva estación del Cetis.
Según el socialista, Serra desautorizó a su consellera al reconocer que envió mensajes a uno de los empresarios que participaba en el encuentro que presidió Pepa Costa.
«Serra se puso al lado del empresario que lanzó insultos machistas a la consellera y esto lo desautoriza a él como presidente ante toda la ciudadanía», ha insistido Torres.
Según el secretario, «la tensión, las malas formas y los insultos que hubo en la reunión no se pueden tolerar» y ha mostrado la solidaridad de los socialistas hacia Costa, exigiendo al presidente que salga en defensa de la consellera y que el empresario «no vuelva a pisar el Consell hasta que pida disculpas por haber insultado a Pepa Costa, y además, con comentarios machistas».
Para Torres, «el fracaso de Serra es total, ya que no es capaz de defender a sus consellers de las amenazas de un empresario». La FSE-PSOE ha exigido al presidente que cumpla la legalidad y se haga efectivo el traslado de los autobuses a la nueva estación.
«Lo tiene muy difícil, si piensa que podrá seguir defendiendo los intereses privados de personajes que insultan. Lo que debe hacer es defender el interés público», ha insistido.
El presidente del Consell, Vicent Serra, ha asegurado que «hay que reconducir las negociaciones para conseguir un clima que permita llevar a cabo el traslado de la mejor forma posible». «Las tensiones forman parte de algunas gestiones, pero hay que reconducirlas y evitar situaciones como las vividas en la reunión», ha reiterado.
Asimismo, ha explicado que los mensajes que mandó a uno de los empresarios «eran para intentar calmar sus ánimos y el problema es que éste utilizó mal estos mensajes, aparentando otra cosa que no era».
Es increíble cómo se insinúan delitos impunemente amparados por la falsa sensación de anonimato que da la red.