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El juez investigará si Bauzá delinquió al defender su honor con medios públicos

El presidente José Ramón Bauzá, en una imagen de archivo con el vicepresidente, Antonio Gómez, en segundo plano. | J. TORRES

| Palma de Mallorca |

La querella presentada por UGT y el exsecretario general de ese sindicato Lorenzo Bravo contra el president y el vicepresident del Govern, José Ramón Bauzá y Antonio Gómez, tendrá recorrido en la vía penal.

El titular del Juzgado de Instrucción 7 de Palma, Antoni Garcías, ha admitido a trámite la querella por los delitos de malversación de caudales públicos, prevaricación y tráfico de influencias contra Bauzá por utilizar los servicios de la Abogacía de la Comunitat Autònoma para defender su honor en una demanda de juicio ordinario contra Bravo.

La querella se extiende a Gómez porque, según UGT y Bravo, «incurrió en prevaricación al resolver como vicepresident del Govern que los servicios jurídicos de la Comunitat llevaran la defensa de Bauzá en la acción judicial».

Fianza

En el auto dictado ayer, contra el que cabe recurso de reforma y subsidiario de apelación, el juez requiere al Parlament de les Illes Balears para que certifique los cargos públicos que ostentan Bauzá y Gómez. También, fija una fianza solidaria a los querellantes por importe de 4.000 euros para que puedan ejercer la acusación popular.

El juez cita jurisprudencia relacionada con la decisión de cargos públicos de utilizar los servicios jurídicos del gobierno que representan en la defensa de su honor y concluye que, en principio, «procede investigar en esta fase de diligencias previas la realidad de hecho y alcance jurídico de los expuesto en la querella en relación a Bauzá y Gómez»

Según los querellantes, defendidos por el abogado Pablo Alonso de Caso, la sentencia del juzgado civil resolvió que Bauzá no había sufrido vulneración de su derecho al honor y éste, por tanto, utilizó indebidamente los servicios jurídicos de la Comunitat porque «el honor que alega (Bauzá» es personalísimo»

El juez cita en el auto la sentencia que dio la razón a Bravo, y afirma que «debe razonarse que el señor Bauzá quiso ejercer una acción personalísima a favor de su honor que entendía agredido como consecuencia de unas acciones de su partido o del Govern en relación a los sindicatos, que fueron contestadas por el señor Bravo como representante de la una organización sindical».

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