El conflicto que sufren los 22 trabajadores del complejo deportivo de Can Coix, en Sant Antoni, vivió ayer un episodio en su lucha por solucionar su conflicto laboral. Tras manifestarse en la puerta del Ayuntamiento junto a cerca de un centenar de usuarios del centro y corear tras una gran pancarta el lema de «Sí se puede, no se quiere», fueron recibidos por la alcaldesa, Pepita Gutiérrez, en una improvisada reunión en el salón de plenos.
Allí, la primera edil de la Villa de Portmany se comprometió «a mantener la actual plantilla de trabajadores, pase lo que pase, y en las mismas condiciones». Además, anunció que el consistorio tiene previsto «recuperar la concesión» que hasta ahora está en manos de la empresa Serprosport, actualmente en concurso de acreedores.
Esto se intentará hacer «en el menor tiempo posible» para que los trabajadores puedan salir de «la situación de emergencia» en la que se encuentran tras no cobrar la nómina de sus últimas mensualidades. Sin embargo, Gutiérrez no supo confirmar el tiempo exacto, aunque sí aseguró que ya sólo falta «el visto bueno del juez encargado del caso» para conseguirlo porque este mismo miércoles el administrador de Serprosport, Manel Mercadal, ya ha pedido al juez que se levante la orden de embargo del canon mensual de 30.000 euros que el Ayuntamiento abona a la Seguridad Social, Hacienda y al propio juzgado.
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