Ningún municipio ibicenco ha optado finalmente a la posibilidad que daba el Govern balear de declarar algunos espacios obsoletos como zonas turísticas maduras para facilitar la renovación de sus establecimientos.
Pese a que en un principio prácticamente todos mostraron su interés en acogerse al decreto que promovió el exconseller de Turisme Carlos Delgado, finalmente todos han considerado que los plazos que se daban para entrar eran muy cortos.
El decreto, que fue aprobado en junio por el Govern, se hizo principalmente para la Platja de Palma e incluía beneficios para las zonas que fueran declaradas como maduras. Por ejemplo, la posibilidad de crecer una o dos plantas más en caso de que se renovaran los establecimientos para conseguir 4 estrellas o tres llaves. También se daba un plazo de seis meses a las diferentes administraciones con el fin de que desarrollaran líneas de ayudas, inversiones, beneficios fiscales, incentivos y actividades desestacionalizadoras.
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