A pesar de llevar más de 40 años dedicado al estudio de mareas negras, el profesor titular de Ingeniería Química de la Universitat de les Illes Balears (UIB), José Ramón Bergueiro, no se atreve a posicionarse sobre los proyectos de búsqueda de hidrocarburos que planean sobre el futuro del archipiélago. El profesor Bergueiro se muestra cauto y apunta que su trabajo es el de plasmar los pros y los contras de lo que conllevaría autorizar esta búsqueda de hidrocarburos en el Golfo de Valencia: «Yo no me atrevo a opinar, ahí están los gestores políticos. Yo les presento el informe y ellos luego deberán decidir», indicó.
Bergueiro lleva mucho tiempo estudiando el impacto que tendría un vertido sobre Balears en diferentes supuestos y dependiendo de ciertas condiciones climatológicas, entre las que destacan las variables del viento y la corrientes marinas. Aún así, Bergueiro, al que se le puede considerar un experto en mareas negras, a pesar de no reconocerlo, apunta que el «vertido cero no existe». «Siempre habrá algún escape, se trata de minimizar eso», apunta. Y es que el profesor se basa en la catástrofe del Golfo de México ocurrida en 2010, donde se marchó para estudiar las consecuencias del accidente provocado por Deepwater Horizon, «el mayor desastre ocurrido en toda la historia originado por una marea negra». «Lo quise analizar muy bien», indica, y tanto es así que ya ha publicado cinco libros sobre este cataclismo. «Quiero saber qué se hizo bien, qué mal y qué regular en un país como EEUU, que tiene la mejor tecnología del mundo. Y saber qué se puede aprender de ellos si hubiera algo parecido en Balears para que el daño sea el mínimo. Intento aprender de siniestros pasados para saber los fallos que no deben cometerse y extrapolar todo lo que se pueda aquí», apunta.
En este estudio, Bergueiro cuenta con un supuesto en el que, en el caso de que se produzca un vertido de 28.000 toneladas y con unas condiciones «nada extremas», el hidrocarburo tardaría en impactar en es Vedrà y es Vedranell entre cinco y seis días. Esta marea negra tocaría «ligeramente» el puerto de la Savina y llegaría a s'Estany des Peix, en Formentera. Además, el profesor de la UIB también calcula el coste de este desastre y, según su estudio, limpiar y recuperar solo s'Estany des Peix costaría unos seis millones de euros.