El Colegio Público Cervantes, de Sant Antoni, celebró ayer su particular feria turística de Fitur. Durante todo el trimestre estuvieron preparando este evento que contó con 25 paradas, cada una de las cuales representaba un país diferente de todos los continentes del mundo.
Carlos Gómez, uno de los organizadores, explicó que esta iniciativa ya surgió hace dos años: «Mi compañero Raúl Ramírez y yo hicimos este proyecto pero mucho más ‘light' y ahora somos cinco grupos en tercer ciclo, trabajamos todos en común con los mismos proyectos y pensamos en hacer un pequeño Fitur», explicó. Así, cada clase ha trabajado cinco países y los alumnos han tenido que aprenderse el clima, la fauna y flora, las tradiciones, bailes, la ropa típica, o incluso cuánto cuesta un vuelo hasta ese país, así como los puntos de interés turístico.
Una jornada en la que los padres tuvieron acceso a partir de las 12.15 horas y pudieron saber que, por ejemplo, 15 días en un hotel con spa en las islas Salomón cuesta más de 4.000 euros o viajar a Estados Unidos unos 500 euros.
Los pequeños incluso cocinaron en casa los platos típicos del país que les había tocado, para dar a probar a los visitantes. «Así los chavales aprenden mucho más, están muy motivados, incluso se han pasado tardes aquí hasta las 20.30 horas haciendo horas de más de forma voluntaria», manifestó Gómez, que explicó que es una manera de, a parte de conocer la cultura y tradiciones de otros países, trabajar la expresión oral porque «tienen que explicar a sus compañeros todo lo que resulte de interés y lo que han aprendido de cada país y ‘venderlo' a las personas que se acercan a su stand», añadió el profesor que, orgulloso del trabajo hecho, bromeó: «El próximo Fitur no tiene que hacerse en Madrid, sino que tiene que hacerse en el Cervantes».
Quien ayer pudo visitar el Colegio Cervantes también pudo viajar a Francia y comerse un croissant y probar una deliciosa tarta Tatin, conocer las Islas Fidji, o comer un pollo con curry en India, pasando por Colombia, Ecuador o China.