Estacionar en el vial de entrada de vehículos al aeropuerto era una práctica habitual. Multitud de usuarios detenían e, incluso, abandonaban sus coches durante un tiempo prolongado mientras aguardaban la salida o llegada de acompañantes o seres queridos. Hasta ahora. Desde hace varias semana, Aena ha puesto coto al aparcamiento libre en la terminal de es Codolar por medio de la instalación de pivotes en la berma que separa el carril de tránsito y el de parada para la recogida y bajada de pasajeros. También se han instalado en la zona ‘muerta' que hay en la curva de entrada al carril paralelo a la terminal.
Esta práctica, sancionada con la retirada del vehículo y su pertinente multa económica, provocaba, además, importantes retenciones de tráfico. Fuentes del aeropuerto de Eivissa recuerdan que el estacionamiento prolongado en este carril –solo se permiten dos minutos de parada como máximo– obligaba a otros vehículos a cargar y descargar en el vial destinado a la circulación, lo que «entorpecía el tráfico» y «saturaba» la entrada ordinaria de vehículos al aeropuerto.
Con esta medida, el carril habilitado para recoger o dejar pasajeros se encuentra delimitado por pivotes que impiden a sus usuarios estacionar durante largos periodos de tiempo. «Esta opción se ha adoptado para reorganizar el tráfico del aeropuerto, para que todo el mundo pueda parar y evitar que se siga utilizando el carril para estacionar y abandonar el vehículo», afirman fuentes oficiales del aeropuerto.
Según estas mismas fuentes, la instalación de los pivotes, junto a la colaboración de la Policía Nacional, «ha mejorado mucho la circulación y no genera tantas colas como antes». Desde Aena insisten en que se debe estacionar en el parking del aeropuerto, que presenta unos precios de 40 céntimos los primeros 15 minutos; 55 céntimos por 30 minutos; y 1,15 euros por una hora de aparcamiento.
En este aeropuerto esta todo hecho de alreves y mal. En general los aeropuertos españoles son de lo peor, todos tienen y miran por esa parte lucrativa, algunos con mas o menos exito y hasta con estilo, el de Ibiza es impersonal, hueco y nitidamente orientado al negocio bestia, es aterrizar y darte cuenta te van sacar los tuetanos.