El Govern balear se ha encontrado con dificultades burocráticas y jurídicas a la hora de abordar la situación de sequía en la isla de Eivissa por culpa del Plan Hidrológico del archipiélago. Según el conseller insular de Medi Ambient, Miquel Vericad, esta nueva normativa «no contempla la regulación de estado de sequía, es decir, ni quién puede decretarlo ni de qué manera se tiene que hacer».
Hay que recordar que la semana pasada desde el Consell d'Eivissa pidieron al Ejecutivo balear que aprobara un decreto de sequía para paliar la situación extrema de los acuíferos de Eivissa, que en muchos casos están salinizados por su escaso caudal. Según Vericad, la aprobación de este decreto conllevaría la agilización de obras hidráulicas como la interconexión de las desaladoras, además de la posibilidad de recibir financiación extraordinaria del Estado.
Vicenç Vidal, en Eivissa
El conseller balear de Medi Ambient, Vicenç Vidal, tiene previsto reunirse hoy en Eivissa con el presidente del Consell, su equipo de gobierno y con los cinco alcaldes de la isla. Además, Vidal también hará un aparte con el alcalde de Sant Josep, Pep ‘Agustinet', el municipio más afectado por el suministro de agua salada.
Vericad aseguró ayer que seguirá insistiendo en que el Govern «haga lo que tenga que hacer y busque las herramientas jurídicas a su alcance para declarar este estado de emergencia o poder abordar la situación con medidas extraordinarias».
Por su parte, el alcalde de Santa Eulària, Vicent Marí, afirmó que «en caso de necesidad» la desaladora del municipio podría entrar en funcionamiento de forma extraordinaria. «Ahora no se prevén restricciones en el acuífero de Santa Eulària, aunque haya bajado no habrá problemas de suministro», apuntó ayer el alcalde, quien aseguró haber hablado con ‘Agustinet' sobre la posibilidad de llevar agua desalada hasta Sant Jordi, «pero se tendría que autorizar por parte del Ministerio y la dirección general de Recursos Hídricos».