A pesar de que el día no acompañó lo más mínimo, con amenaza de lluvia constante, finalmente el esfuerzo de los voluntarios de la Asociación de Personas con Necesidades Especiales de Eivissa y Formentera (Apneef) y los trabajadores de Ocean Beach Ibiza hizo que la fiesta celebrada ayer se pudiera catalogar como todo un éxito.
Y más viendo las caras de los niños que acudieron en compañía de sus progenitores hasta el beach club de Sant Antoni previo pago de una entrada a modo de donativo que costaba 3 euros y cuya recaudación irá destinada directamente para que la asociación pueda seguir con sus programas. Todos los pequeños no pararon de sonreír ni un sólo minuto e, incluso, se atrevieron a bañarse y jugar en el interior de las piscinas con los hinchables preparados para la ocasión.
Mientras, los que no estaban en la piscina aprovecharon para participar en las distintas actividades que organizaron los voluntarios de la asociación, todos ellos perfectamente identificados con una camiseta amarilla fosforita. La más solicitada fue un taller de pintacaras en el que los pequeños elegían que querían llevar en su rostro, desde dulces mariposas a feroces tigres. Tampoco se quedaron atrás otros talleres de cuadros de arena, de masajes para niños de entre cero y dos años, de titelles acuáticas, o de manualidades especiales.
Incluso hubo tiempo, antes de comer un menú especial organizado para la ocasión, de que todos los presentes participaran en una coreografía grupal especial junto a las Sirenas de Ocean Beach.