El veterano empresario y expolítico ibicenco Abel Matutes Juan anunció anoche en el programa Bona Nit Pitiüses de la TEF que el legendario club de ocio nocturno Space Ibiza mantendrá su nomenclatura original, si bien estudian añadir un segundo nombre que lo relacione a otras franquicias de la cadena como Ushuaïa Ibiza Beach Club o Hard Rock Ibiza.
«Seguramente abrirá este año como Space. Es una marca acreditada, lo cual no impide que le añadamos un nuevo nombre que nos ligue con el conjunto de los establecimientos que tenemos», aseguró el exministro en la entrevista emitida por la televisión local del Grupo Prensa Pitiusa.
Matutes también aclaró que su grupo empresarial construyó la discoteca ubicada en la segunda línea de Platja d'en Bossa y que tras «cinco o seis años» de explotación, y por su apuesta por la oferta hotelera, decidió alquilárselo a Pepe Roselló. «Él había tenido experiencias en el sector en Sant Antoni y creí que era un buen punto para potenciar las actividades complementarias en Platja d'en Bossa. Fuimos renovando el alquiler pero ese arrendamiento termina el día 31 de diciembre y lo hemos recuperado», explicó Matutes, quien avanzó que de cara al próximo año no harán reformas en el recinto, aunque seguirán «potenciándolo como un instrumento popular y de calidad».
Matutes zanjó así el debate abierto desde que este año se anunciara el fin de Space Ibiza con la salida de Roselló, quien ha dirigido el local desde 1989. Según se extrae de las diferentes intervenciones realizadas por los responsables del Grupo de Empresas Matutes, los planes de futuro de Space Ibiza pasan por reconvertirse en una suerte de extensión nocturna del Ushuaïa, enfocado a un segmento de turismo más exclusivo.
Pisos turísticos
Durante la entrevista conducida por Armando Tur, el empresario también se refirió a la polémica ley balear del alquiler vacacional, cuyo borrador ha generado una catarata de críticas desde Ibiza. «Evidentemente no nos gusta porque perjudica al sector que más dinero y empleos crea; por tanto es un proyecto de ley que a mí tampoco me gusta», afirmó Abel Matutes después de denunciar la proliferación de «minipensiones ilegales» en comunidades de vecinos «que no pagan impuestos, que no tienen a la gente asegurada y que no tienen ningún tipo de regulación para que no se perjudique a la marca Ibiza».
Matutes también defendió la reconversión y modernización de la planta hotelera ibicenca, liderada por su grupo empresarial, señaló, que ha supuesto «duplicar el número de empleados, reducir plazas y facturar más del doble que con anteriores establecimientos». En este sentido, indicó que «no es razonable» aumentar el cupo de plazas turísticas de la isla si las administraciones no garantizan «la circulación» de residentes y turistas «con el desdoblamiento de la carretera de Santa Eulària y las variantes de Sant Joan y Sant Miquel» o renovando las infraestructuras hídricas.