Sant Antoni celebró ayer la festividad de la Virgen del Carmen con diferentes actos en honor de la patrona de los marineros que acabó con una multitudinaria travesía por la bahía de Portmany en la que participaron alrededor de un millar de personas que navegaron a bordo de cinco barcos habilitados en previsión de la numerosa asistencia de público que abarrotaba el puerto.
La imagen de la Virgen del Carmen fue embarcada a hombros en el Marina Princess, acompañada de las diferentes autoridades que asistieron a las celebraciones antes de partir en dirección a la bocana del puerto en un recorrido de unos diez minutos hasta llegar a la costa de ses Variades donde se realizó la tradicional ofrenda floral a cargo del obispo de Ibiza y Formentera, Vicente Juan Segura.
La celebración de la Virgen del Mar en Sant Antoni, antiguamente un pueblo de pescadores hasta la llegada del turismo, se llevó a cabo una semana después de su onomástica para evitar coincidir con los actos que se realizan el 16 de julio en Vila, Santa Eulària o Portinatx. La festividad comenzó con la misa solemne oficiada por el obispo en la iglesia de San Antonio Abad a la que asistieron el alcalde de Sant Antoni, Pep Tur Cires, acompañado de algunos concejales de su equipo de gobierno, el senador Santi Marí, el ex alcalde de Sant Antoni, Pepe Sala, o el conseller insular de Economía y Hacienda, Gonzalo Juan, quien también se embarcó en la travesía acompañando a la virgen.
En la misa participó también el coro parroquial y la Hermandad Rociera de Sant Antoni que interpretaron un salve a la Virgen del Carmen al final de un acto religioso donde los protagonistas fueron los abanicos que abundaban entre las feligresas para combatir el bochornoso calor que hacía.
Las campanas del templo voltearon para acompañar la salida de la Virgen donde la esperaban numerosos vecinos de Sant Antoni como Catalina Ramón, de Can Benítez, que aseguraba no haberse perdido esta celebración desde que tenía uso de memoria. «Vengo desde que nací. Nunca me pierdo esta tradición de toda la vida», señaló. A continuación, la imagen de la patrona de los marineros fue portada en procesión por la calle Ample de la localidad ante la mirada un tanto sorprendida de los turistas que paseaban por el centro del pueblo o estaban sentados en las terrazas.
Una vez en el puerto, le esperaban numerosos vecinos de Sant Antoni que se agolparon formando una larga cola de gente para subir al barco donde viajaba la imagen de la virgen, con capacidad para 200 personas, hasta que se llenó.
Una vez terminada la travesía, la Colla de Portmany ofreció una exhibición de ball pagès en la plaza situada detrás de la iglesia tras la cual se repartieron los tradicionales bunyols y orelletes entre los asistentes. La actuación del Coro Parroquial puso punto final a una jornada dedicada a la Virgen del Carmen con un concierto de habaneras.