Los efectivos de extinción vivieron ayer un mediodía infernal en el que los incendios se sucedieron tras un primer fuego desatado en Cala de Bou, que dio paso a uno en Santa Gertrudis y que se cerró con otro sobresalto en Cala de Bou.
La primera alarma saltaba minutos antes de las 13 horas en Cala de Bou con un pequeño incendio de vegetación forestal que fue la antesala de otros dos de mayor envergadura. Así, pasadas las 13.30 horas, el Ibanat confirmaba un nuevo incendio, esta vez en Santa Gertrudis. Las llamas se originaron dentro del recinto de la finca Can Parera y acabó afectando a una zona de masa forestal. Hasta la zona del fuego se desplazó una dotación de bomberos y varias brigadas del Ibanat. El apoyo aéreo en los primeros momentos de un helicóptero y un air tractor fue determinante para controlar el avance de las llamas.
El helicóptero realizó varias descargas del agua que cargaba en un depósito forestal localizado a escasos metros de las llamas.
El propietario de la finca tuvo que ser evacuado por una ambulancia del 061 ya que sufrió una intoxicación por humo.
Hasta este punto también se movilizaron patrullas de la Guardia Civil y de la Policía Local de Santa Eulària, así como técnicos de Emergencias y de Medio Ambiente. El fuego acabó afectado una zona de 3.000 metros cuadrados.
Fuegos simultáneos
Cuando los efectivos de Bomberos y del Ibanat apenas llevaban media hora trabajando en el incendio de Santa Gertrudis, la alarma por otro fuego se disparaba en Cala de Bou, en una zona próxima a los Apartamentos Monterrey.
Las unidades helitransportadas del Ibanat se desplazaban urgentemente hasta la zona donde también se había movilizado otra dotación de bomberos. Aquí el fuego afectó a otros 3.000 metros cuadrados de pinos y sabinar. Fue el décimo incendio en Cala de Bou en cuestión de dos meses y los vecinos alertan sobre la presencia de un incendiario.