Ocho ovejas muertas y tres heridas, este fue el balance de un nuevo ataque de perros a un rebaño en Formentera. Sucedió este martes alrededor de las 10 de la mañana en la zona des Arenals.
«Mi vecino, que estaba en su huerto, me avisó que había dos perros atacando las ovejas», explica Santi Tur, propietario de la explotación ganadera donde se produjo el ataque. «Enseguida fui para allá, pero cuando me acercaba a las primeras ovejas los perros fueron a atacar a otras y después huyeron».
Huyeron pero el mal ya estaba hecho. En las imágenes del vídeo que Santi pudo grabar se aprecian dos canes de tamaño medio, de unos 25 kilos. Probablemente mezcla de labrador con perro de presa y extremadamente violentos a tenor de las heridas e incisiones provocadas en sus víctimas.
Ahora solo cabe enterrar a las ovejas muertas e intentar recuperar a las heridas, alguna de ellas preñada. «La veterinaria les dio tratamiento de antibiótico y ahora toca limpiarles las heridas cada día y esperar», comenta Santi.
El ataque de este martes no es un hecho aislado. Desde la Cooperativa del Camp de Formentera confirmaron que ha habido algunos ataques más en la zona des Cap de Barbaria. Desde esta entidad piden a otros afectados por agresiones similares que denuncien los hechos, puesto que si no se denuncian, las autoridades no pueden hacer nada al respecto y tanto los perros como sus propietarios se van de rositas. Cabe recordar, además, que cuando un perro ha atacado a un rebaño, se multiplican las posibilidades de que repita. «Estos bichos volverán a hacer mal en el momento en que se vuelvan a cruzar con el ganado, está claro», asevera Santi resignado.
La terapia de modificación de conducta para perros agresivos existe. Que la paguen los dueños. Los supermultones para dueños irresponsables también. Mucho hipilongo irrespetuoso hay por ahí suelto. Que la policía local haga su trabajo, por favor, y que los ciudadanos colaboren en todo lo que puedan.