El Ayuntamiento de Eivissa celebró ayer el ‘Día sin coches' ocupando tres plazas de aparcamiento de zona azul en la avenida de Bartomeu de Roselló esquina con Ignasi Wallis para concienciar, con talleres y actividades, sobre la presión que ejercen los vehículos en las ciudades. «Lo que defendemos es una ciudad más respetuosa con las personas, que tenga menos coches y donde se fomente el uso del transporte público», decía Jordi Salewski, de Amics de la Terra. El grupo ecologista apuesta por «un cambio de chip» en la sociedad y pide colaboración para reducir el uso del vehículo privado como opción prioritaria a la hora realizar cualquier desplazamiento.
En este sentido, Juan José Hinojo, conseller de Mobilitat de Vila, explicó la buena acogida que está teniendo el servicio de autobús gratuito que permite que decenas de personas dejen sus coches en los aparcamientos disuasorios que hay en las afueras de la ciudad. «Es un experimento pionero a pequeña escala que recibe más demanda en las horas punta de entrada y salida del trabajo», detallaba Hinojo que añadió que, este invierno, el servicio seguirá operativo aunque la frecuencia se verá reducida. Y es que dejar nuestro vehículo en uno de estos aparcamientos permite reducir en 1,2 kg la emisión de CO2 por semana.
A esta medida, se han sumado otras como la peatonalización de Vara de Rey y la plaza del Parque o el aumento en el número de puntos de recarga para coches eléctricos. «Antes teníamos uno para toda la isla y ahora, solo en la ciudad de Ibiza, vamos a acabar el año con 10», puntualizó Hinojo.
Para reducir la contaminación y el ruido, el Consistorio ha ampliado y renovado los puntos para aparcar las bicicletas, haciéndolos más seguros al permitir que se enganche el cuadro y no solo la rueda delantera. En esta línea, también han completado el carril bici de la Avenida Sant Jordi que ahora llega hasta Sant Jordi desde Figueretes y esperan dar un salto cualitativo con el sistema de alquiler de bicicletas urbanas.
Nuevos objetivos
Desde el Consell ya trabajan en un proyecto pionero para los más pequeños. Bajo el nombre ‘Los caminos escolares', esta nueva iniciativa pretende que los alumnos de los colegios de primaria vayan caminando a clase. «El objetivo es que los padres no tengan que llevarlos en coche y se puedan evitar así los atascos de entrada y salida. Además se educaría en sostenibilidad y en la importancia de hacer ejercicio físico», explicaba Hinojo que añadió que los trayectos los realizarían, siempre, acompañados de monitores.
Durante este nuevo curso, Amics de la Terra trabajará con el Consell para impartir diferentes talleres en las escuelas que permitan que los alumnos saquen sus propias conclusiones en materia de movilidad y sostenibilidad.