Por octavo año consecutivo la carpa de Forada se convirtió durante apenas dos horas en el lugar preferido por los amantes del folklore, los bailes y las músicas tradicionales de distintas partes de España. Fue gracias a una nueva edición del festival Arrels Vives que, gracias al esfuerzo de Sa Colla des Buscastell, y la colaboración del Ayuntamiento de Sant Antoni, se ha acabado por convertir en un referente y una cita ineludible en la isla de Ibiza para los primeros días de diciembre.
En esta ocasión participaron el grupo Aires des Barranc d'Algenda llegado desde la localidad menorquina de Ferreries, los gaiteros afincados desde hace años en Ibiza de Ardello Eixo y los miembros de sa Colla de Buscastell, que actuaron como anfitriones.
Cuando el reloj marcaba bastante más de las 19.00 horas el festival lo abrieron los 22 músicos y bailarines llegados desde Menorca quienes deleitaron al público con su folklore durante algo más de media hora. Sus jotas, fandangos y bailes aprendidos y recopilados de sus antepasados durante cinco décadas de historia del grupo resultaron perfectos para ir calentando al personal que llenaba la carpa. Después, fue el turno de vibrar y disfrutar con la música tradicional gallega que pusieron en liza los cinco representantes de Ardello Eixo. Y finalmente, los encargados de cerrar esta edición fueron los miembros de Sa Colla de Buscastell. Sus curtas, sus llargas y sus variaciones y su cierre con el tradicional Nou Rodadas, supusieron el broche perfecto a un festival que consiguió acercar durante unas horas a lugares kilometricamente tan alejados como Menorca, Ibiza y Galicia.