El principal motivo de discriminación entre el alumnado es el aspecto físico, especialmente el sobrepeso, y con una mayor incidencia en las chicas. El segundo mayor motivo de discriminación se refiere a la sexualidad, en dos vertientes: la homosexualidad y la libertad sexual de las chicas. En este último caso, se trata del tópico de llamar «putas» a las chicas que presentan un comportamiento sexual libre, más allá de convencionalismos.
Estos datos fueron aportados ayer por Luis Puche, doctor en Antropología, y Melanie Penna, psicóloga y doctora en Educación. Ambos intervinieron en las jornadas Diversitat sexual i de gènere i protocol Trans, que se celebran en Palma con la participación de 40 profesores y que pretende formar a los docentes en la aplicación del protocolo vigente en Balears para alumnos transexuales.
Puche y Penna -que recordaron que el 20 % de los alumnos de Secundaria no se identifica como heterosexual, con un amplio abanico de identidades sexualesapuestan por «la creación de espacios sexualmente seguros para todo el mundo. En la práctica, se trata de que todo el mundo pueda sentirse cómodo, independientemente de baños, vestuarios y actividades deportivas. Es importante que el clima del centro educativo sea propicio a la libertad y que se hable de estas cosas con total normalidad. Si es así, no va a pasar nada terrible y malo, y será más difícil que se den situaciones de discriminación. Afortunadamente, en España se ha avanzado en los últimos años y se visibilizan realidades que hace tan sólo una década eran impensables e innombrables».
EL APUNTE
El fútbol, un deporte que ocupa todo el patio escolar
Luis Puche y Melanie Penna defienden que «se revisen las pedagogías sexistas. Por poner un ejemplo, en juegos, recreos o educación física. Un caso es el fútbol: un deporte muy masculinizado que normalmente ocupa todo el patio, mientras que los niños que practican otros juegos o deportes apenas tienen espacio o están arrinconados. Debería limitarse». Los dos expertos destacan la necesidad de «una educación sexual sana, alejada de la pornografía, y quitar estigmas negativos de los cuerpos. Los cuerpos no están equivocados. Y toda identidad debe ser respetada y estar libre de violencias».