El Colegio Oficial de Administradores de Fincas de Balears se reunió ayer, en el Consell d'Eivissa, para tratar la nueva normativa de inspección técnica de edificios.
En este sentido, José Luis Rodríguez, presidente del Colegio de Aparejadores, señaló que el objetivo de la reunión era pedir la colaboración de los administradores de fincas para poder seguir adelante con la ley y, así, «hacerla cumplir».
Para Rodríguez, los administradores de fincas son «elementos importantísimos» y trabajando conjuntamente se puede, dijo, cumplir con el deber de mantener las propiedades y que no generen problemas que puedan perjudicar al ciudadano.
Cabe recordar que es la primera vez que se aplica esta normativa en Ibiza y que, además, el caso de la pitiusa mayor es diferente al de otras ciudades que ya cuentan, desde hace años, con ella. «Ibiza está rodeada de mar, lo que supone que hay unas agresiones importantes a nivel salino que pueden afectar a las estructuras de hormigón de los edificios», matizó Rodríguez.
Una situación geográfica que hace que las instalaciones de la isla estén más expuestas que en otras zonas; por ello, los expertos piden que la «concienciación» en cuanto al mantenimiento de las mismas sea mayor. «Es cierto que Ibiza necesita más atención para el mantenimiento de sus edificios».
Asimismo, a finales de 2017, el Ayuntamiento de Ibiza redactó una ordenanza que obliga a hacer un informe de evaluación en el municipio. «En este caso define una obligatoriedad de hacer el informe con una antigüedad del edificio de 50 años o más», recalcó el presidente del Colegio de Aparejadores.
Además, los municipios de la isla que no cuentan con esta ordenanza «tienen la obligación, igualmente, de cumplir con la normativa», recordó Rodríguez.