En pleno siglo XXI la revolución tecnológica es un hecho, la facilidad que tenemos hoy para acceder a información con solo descargar una app y pulsar un botón desde de nuestro smartphone era inimaginable hace 30 años. Un factor determinante en esto ha sido el desarrollo del Servidor Virtual Privado (VPS).
¿Qué es un VPS?
Siglas pertenecientes al termino anglosajón Virtual Private Server, y nombre que podemos traducir como Servidor Virtual Privado. Es un espacio online dedicado para el usuario que lo contrata. Grandes compañías de hosting almacenan discos duros en edificios, grandes infraestructuras de hardware que conectan a Internet para crear servidores virtuales. Después de leer esto posiblemente se te venga a la cabeza empresas como Dropbox o el servicio Drive de Google, pero cualquier página web, programa o aplicación que quiera operar en Internet necesita un VPS.
El VPS soporta su propio sistema operativo y se puede instalar en ella cualquier aplicación o programa, todo ello dirigido por una máquina virtual. Esto hace que podamos ejecutar el programa en cualquier dispositivo que tengamos, solo necesitando acceso a Internet.
El sector bancario y bursátil cada vez apuesta por la banca online y para que sus operaciones se realicen de manera telemática. Debido a la necesidad de intermediarios para que los clientes puedan operar en bolsa, se está apostando cada vez más por este tipo de plataformas, cuya inclusión permitirá al cliente tener más contacto con la información del mercado y su evolución. Una aplicación útil para desarrollar nuestras inversiones puede ser MetaTrader 4, una aplicación de trading desarrollada por MetaQuotes en 2005. Aplicación que a priori se limita su actuación a un mercado financiero concreto, pero que realmente es una herramienta bastante polivalente.
Ventajas e inconvenientes
Dentro de las principales ventajas del uso de VPS encontramos las económicas. La adquisición de un VPS es más barata que la de un servidor propio dedicado, ahorramos en todo el gasto de hardware y mantenimiento que supondría.
Muchos de los planes contratados suelen ser personalizados, ellos cumplen con las necesidades que realmente queremos y así también evitamos tener que lidiar con características que no nos hacen falta.
Muchos hosts ofrecen planes expansibles, puedes empezar desde uno básico que te ofrece un ambiente limitado de recursos para luego aumentar a un plan mayor con más ventajas sin la necesidad de cambiar de proveedor.
En los VPS tienes más control sobre tu hosting que en los hostings compartidos. Un VPS te permite tener acceso root y ejecutar cripts, acciones no permitidas en otros entornos. Además, ofrecen el mismo apoyo técnico que un hosting compartido a la hora de solucionar alguna incidencia.
Por el lado de los inconvenientes encontramos a penas unos cuantos, en comparación con las ventajas:
Los VPS, al ser un paso intermedio entre los hostings compartidos y los dedicados, son más caros que la contratación de uno compartido. Además, durante los picos de actividad la línea sufre caídas. Esto puede pasar porque el host tiene vendida casi todas las particiones de su servidor y al estar casi todos los usuarios conectados se produce una falta de rendimiento.
El último a mencionar es la seguridad. Cada VPS debería estar aislado evitando la filtración, pero en ambientes de multiusuarios la seguridad flaquea.