Un tribunal de la sección segunda de la Audiencia Provincial dejó ayer visto para sentencia el juicio contra la banda de narcos acusada de operar entre las Islas y Valencia y que perdió en aguas de Formentera una saca con unos 83 kilos de cocaína.
El Ministerio Fiscal solicitó penas de hasta seis años de prisión para cada uno de los 11 detenidos, ocho colombianos, dos españoles y un ecuatoriano, acusados de los delitos de pertenencia a grupo criminal y contra la salud pública.
Los acusados reconocieron los hechos ante el tribunal, que ahora deberá resolver ya que la Fiscalía solicita penas de dos años para algunos de los implicados pero también las hay que llegan hasta los seis.
Inicialmente, el representante fiscal solicitaba penas de entre cinco y nueve años de prisión para los acusados y una multa conjunta que ronda los 330 millones de euros. Según el escrito de acusación, los acusados habían acordado introducir por vía marítima un cargamento de 139 kilos de cocaína que entre el 25 y el 28 de febrero de 2016 habían arrojado al mar en un punto indeterminado.
Un saco de coca en Migjorn
El cargamento estaba provisto de dos dispositivos GPS de la marca Tracker de seguimiento y localización para controlar su ubicación a través de los teléfonos móviles de cuatro de los encausados.
Los dispositivos GPS empezaron a fallar el 28 de febrero y dejaron de emitir, quedando el cargamento de cocaína a la deriva. La partida acabó fraccionándose y llegó a varias puntos. Así, el grueso del alijo fue hallado por un vecino en la playa de es Migjorn. Un saco de boxeo escondía 83 pastillas de cocaína de gran pureza. Las primeras investigaciones apuntaron que la mercancía fue abandonada como ‘muertos' en el mar y que la corriente los arrastró hasta la orilla, donde quedaron semicubiertos por la posidonia.
Según señala el escrito de acusación, el valor total del cargamento de cocaína hubiera alcanzado en el mercado negro un precio de 16.476.233 euros.