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El Govern no tendrá listas las 86 viviendas públicas en Ibiza hasta octubre de 2020

Viviana de Sans, Rafa Ruiz, Francina Armengol, Vicent Torres, Marc Pons y Elena López durante la presentación. | Daniel Espinosa

| Eivissa |

El Govern balear iniciará en el mes de abril la construcción de un total de 86 viviendas públicas en Ibiza que se destinarán, únicamente, a alquiler social. Del total, 67 se distribuirán en dos edificios ubicados en la calle Pere Matutes Noguera -con 43 y 24 viviendas en cada bloque- y las 19 restantes estarán en la calle Xarch.

Así lo anunció ayer Marc Pons, conseller de Territori, Energia i Mobilitat, quien explicó que mañana se publicará en el Butlletí Oficial de les Illes Balears (BOIB) la licitación de uno de los proyectos y, la semana que viene, se publicará la del otro. A partir de este momento, las empresas que quieran optar al concurso tendrán 20 días hábiles para presentar las ofertas.

Asimismo, el conseller balear apuntó que estos no son los únicos proyectos que se llevarán a cabo en la isla ya que la idea es «seguir construyendo vivienda pública». De hecho, Francina Armengol, presidenta del Govern, incidió en la importancia de seguir trabajando en esta línea ya que «las demandas de ayudas para la vivienda en Ibiza han pasado de 60 a 600 durante esta legislatura»; una situación que, a su juicio, surge a raíz del aumento, en este mandato, de los recursos económicos y de personal en los departamentos.

Armengol también aprovechó para cargar contra el Partido Popular a quienes acusó de no haber hecho inversiones ni proyectos de vivienda pública mientras gobernaban. «Es evidente que no hay color entre lo que pasaba en la anterior legislatura y lo que está sucediendo ahora, siendo conscientes de que queda mucho trabajo por hacer y de que hay muchos problemas por resolver en temas de vivienda, de forma especial en la isla de Ibiza», reconoció Armengol.

Por su parte, Rafa Ruiz, alcalde de Vila, destacó la buena sintonía que hay entre el Ayuntamiento, el Consell d'Eivissa y el Govern balear para luchar contra el «drama» que supone el acceso a la vivienda en la isla. «Esta es una línea de trabajo más de las que se están haciendo», indicó refiriéndose a las diferentes medidas que se han tomado para reducir el problema, como lo son la regulación de pisos turísticos o la cesión de solares municipales.

«Seguimos pensando que el acceso a la vivienda es un derecho, no un lujo y esperamos que, dentro de unos años, la situación esté mejor de lo que está ahora», subrayó el primer edil. Concretamente, Armengol insistió en que se están cumpliendo «las promesas y los compromisos» de la legislatura con el objetivo de adaptar el precio de la vivienda a la renta de los ciudadanos.

Arquitectura
El plazo de ejecución de las tres promociones de vivienda pública es de 18 meses y, según avanzó Pons, su coste rondará los 11 millones de euros. Además, detalló que las edificaciones serán de gran calidad arquitectónica al estar pensadas para ofrecer «sostenibilidad y eficiencia energética» para obtener el máximo rédito de los recursos climatológicos de la isla.

En cuanto a los proyectos, el que prevé la construcción de 67 pisos en dos parcelas estará situado en el barrio de Platja d'en Bossa y cuenta con una inversión de ocho millones de euros. La primera parcela, en la calle Pere Matutes Noguera, tiene 1.850 metros cuadrados y albergará 24 viviendas. El diseño ganador de este bloque ha sido el realizado por el estudio de arquitectura Estudi08014. La segunda parcela está situada en la unidad de actuación 14 -pendiente de desarrollar- y dispone de una superficie de 2.936 metros cuadrados de superficie para un total de 43 viviendas. El estudio de arquitectura ganador del diseño ha sido peris+total.arquitectes.

También hay que recordar que el Ayuntamiento de Vila cedió una tercera parcela ubicada en la calle de Xarch, en el paseo marítimo, donde está prevista una inversión de 2,2 millones de euros.

Según explicaron los arquitectos, las construcciones se harán sin excavar el terreno y pensando en el clima de Ibiza, con inviernos suaves y veranos húmedos, por lo que estarán orientadas al sur para evitar la instalación de calefacción y aire acondicionado. Además, los edificios preservarán los rasgos de la arquitectura vernácula.

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