El suelo pélvico, tanto del hombre como de la mujer, es un gran desconocido para muchas personas. Afortunadamente, poco a poco se va conociendo un poco más cuáles son sus funciones y la importancia de cuidarlo para que estas no se vean alteradas.
El suelo pélvico es un conjunto de músculos y ligamentos que cierran la parte más inferior de la cavidad abdominal.
El suelo pélvico tiene cuatro funciones importantes: sostén de las vísceras de la cavidad abdominal y pélvica, regular el funcionamiento de apertura y cierre de los esfínteres en la micción y en la defecación, mejorar la calidad de las relaciones sexuales y actuar como conductor del feto durante el parto.
Cuando la musculatura del suelo pélvico se debilita, pueden aparecer problemas como incontinencia urinaria y/o fecal o de gases, descenso de las estructuras que sostiene (prolapso), disfunciones sexuales (vaginismo, anorgasmia), dolor (dispareunia, dolor pélvico crónico), estreñimiento, fiusuras…
Los problemas de suelo pélvico afectan más a mujeres que a hombres, aunque ellos no están exentos. Las disfunciones de suelo pélvico pueden afectar a todas las mujeres en diferentes etapas de su vida y no solo a las mamás, las embarazadas, las que tienen pérdidas de orina y las que han dado a luz por vía vaginal. Puede afectar a deportistas, personas que trabajan cargando mucho peso, los que están mucho tiempo de pie, fumadoras, personas con tos crónica, con estreñimiento constante, que tocan instrumentos de viento, con obesidad…
En la Unidad de Rehabilitación de Suelo Pélvico de la Policlínica ayudan a conocer mejor esta parte del cuerpo, enseñando a los pacientes cómo cuidarlo y protegerlo en el día a día y cómo prevenir posibles disfunciones.