La presencia de cabras en es Vedrà ha hecho que la biodiversidad de la flora del islote haya cambiado en los últimos años. Así lo confirman diferentes estudios por parte de especialistas en botánica como Joan Rita, profesor de Botánica del departamento de Biología de la Universidad de las Islas Baleares (UIB) o Eva Morangues, técnica del Servicio de Protección de Especies del Govern balear.
Así, a finales de los 80 del siglo pasado, las plantas endémicas eran abundantes porque no había presencia de cabras, pero su introducción en los años 90 provocó que algunas especies desaparecieran y otras estén en riesgo de extinción «muy alto».
Esta situación hizo que el Govern actuara de forma directa en febrero de 2016, según dijeron, ante la necesidad de conservar los valores naturales de la Reserva Natural. Se mató a tiros a más de 50 ejemplares, de la docena que había inicialmente tras la extinción natural que hubo.
La decisión fue rechazada por una amplia parte de la sociedad ibicenca: se recogieron más de 15.000 firmas y se denunció a la exdirectora de Espacios Naturales y Biodiversidad del Govern, Caterina Amengual, y al exconseller insular de Medio Ambiente, Miquel Vericad, que, en su momento, estaban al frente de la actuación.
A pesar de que la Audiencia Provincial de Palma haya sobreseído la denuncia, en el islote permanecen alrededor de 17 ejemplares. Esto ha hecho que el Consell d'Eivissa haya querido buscar una alternativa -a la matanza a tiros- para sacar a las cabras del islote, siendo siempre competencia del Govern.
Por ello, contactaron con diferentes empresas. Una de ellas fue Tracani, especialista en tratamientos con animales, que visitó el islote el 8 de febrero para buscar la forma de poder extraer a las cabras con vida. Sin embargo, la «actitud hostil» de los técnicos del Govern que les acompañaron, hizo que declinaran la invitación del Consell a participar en el proyecto.
«Dicho personal manifiesta que no entiende porque se ha organizado este revuelo cuando en la isla de Menorca se llevan matadas 400 cabras y 800 cotorras; su falta de interés parecía alentar el fracaso del proyecto, con el fin de poder justificar, así, la matanza realizada anteriormente como única forma de extracción», alegaron en un escrito remitido al Consell. «De ninguna manera vamos a servir como excusa para justificar esta actitud ya que esta empresa no puede arriesgarse a perder su prestigio por motivos ajenos», concluyeron.
UAB
Esto hizo que la institución insular se pusiera en contacto con Manel López Bejar, director del departamento de Sanidad y Anatomía Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona que, junto con una profesora asociada Encarna Casas Díaz, realizó un par de propuestas.
La primera, y mejor opción, pasa por construir un cercado con un embarcadero temporal para que las cabras entren a beber y a alimentar durante, aproximadamente, tres semanas; un plazo que les de confianza y, una vez estén todas dentro, cerrar las compuertas.
La segunda opción propone extraer a todos los ejemplares, excepto a cinco. «Esto sería sostenible para el islote, si así se cree conveniente, y se las dejaría sin capacidad de reproducción», explicó López. Además, indicó que, en caso de optar por esta propuesta, «cabría la posibilidad de crear rechazo del animal al consumo de determinadas plantas», como ya se ha demostrado en zonas vinícolas. «Desde el punto de vista técnico, la primera opción es la mejor, pero las dos son igual de factibles», remarcó el director del departamento.
La única diferencia que ven, respecto a otras propuestas hechas para la extracción de animales silvestres, es la orografía de es Vedrà, pero «mientras haya una zona en la que se pueda instalar una fuente de agua y alimento, sirve», matizó.
Con lo cual, las propuestas son totalmente viables para llevarse a cabo, sin embargo «el problema está en que se ha politizado todo». De hecho, se ha cuestionado el trabajo de López y Casas «sin contactar con nosotros».
Según explicó López, «lo que podría ser más sencillo, desde el punto de vista técnico, sería disparar a los animales, pero estamos en un momento en el que hay sensibilidad al respecto». Él, como veterinario, aseguró que la obligación de estos profesionales es buscar una posibilidad para gestionar el problema de forma ética. «Los tiros a distancia difícilmente son letales y el animal queda herido y se puede despeñar. Esto es difícilmente aceptable», argumentó.
Para él, que aún no se haya aceptado la propuesta se debe a que hay «reparo» a la hora de hacer cosas diferentes. «Se vincula la propuesta como si fuera animalista y no técnica», especificó y así, dijo, se deja ver entre los técnicos del Govern. «Yo soy un profesor universitario y mi sueldo es el mismo haga proyectos o no; no hay ningún tipo de interés».
Asimismo, recalcó que su intención es la de «solucionar» un problema, pero la respuesta hace que «nos llegáramos a pensar que se diese luz verde a la posibilidad de implantarla». De momento, no hay noticias al respecto por parte del Govern.
EL APUNTE
Assaib ofrece dos fincas para acoger a los ejemplares que hay en el islote
La Asociación Animalista de Balears (Assaib) propuso, incluso por escrito, hacerse cargo de los 17 ejemplares que hay en es Vedrà ya que cuenta no solo con una, sino con dos fincas que tienen «todos los papeles en regla» para acogerlas. «Si tenemos un sitio ya, ¿por qué no lo autorizan y se dejan de politiqueo barato?», se preguntó la delegada de la Asociación. Para Assaib, el sistema para reunir a todas las cabras y sacarlas del islote coincide con la propuesta técnica realizada por la Universidad Autónoma de Barcelona.