Las univeridades españolas, en general, presentan un porcentaje elevado de abandono universitario que, según el estudio U-Ránking 2019 -elaborado por Ivie y la Fundación BBVA- puede deberse a déficits en el diseño del plan de estudios o a la calidad de la docencia impartida en un grado determinado que llevan a un estudiante a abandonarlo.
También habla de la existencia de títulos que presentan baja demanda de partida que, normalmente, atraen a estudiantes que no han podido entrar en sus primeras opciones y, por ello, poco vocacionales.
En este sentido, el estudio apunta que, haciendo una media de las 62 universidades estudiadas en U-Ránking, hay un 33,3 % de abandono del grado; siendo un 11,9 % por cambio de grado y el 21,4 % restante por abandono definitivo de los estudios universitarios, según datos de 2012-2013.
En lo que se refiere a la Universitat de les Illes Balears, hay un 36,7 % de abandono del grado antes de terminarlo, que supera el 20 % en el primer año de estudios; además, en el estudio se refleja que hay un 21,8 % de abandono definitivo de la facultad.
El archipiélago balear se posiciona así en penúltimo lugar, solo por delante de Canarias (38,8 %), en el ranking de universidades presenciales que lideran la tasa de abandono universitario. Por su parte, aquellas que ofertan sus estudios a distancia presentan una tasa más elevada, como la UNED que roza el 60 %.
Por grados, la UIB presenta un 50 % de abandono en la rama de Ciencias; un 46 % en Artes y Humanidades; un 45 % en Ingeniería y Arquitectura; un 33,2 % en Ciencias Sociales y Jurídicas y un 22,2 % en Ciencias de la Salud.
Esto provoca unas pérdidas económicas para la comunidad autónoma ya que, en las universidades públicas, los costes los soportan fundamentalmente los contribuyentes.
Teniendo en cuenta el número de abandonos de los estudiantes de grado, el año en el que se produce el abandono y el gasto, en instituciones universitarias públicas y privadas, el coste total que representa el abandono asciende a cerca de 1.000 millones de euros al año en todo el país, es decir, el 11,9 % del gasto total. Según el estudio, el gasto anual por alumno es de 5.120 euros.
Sistema «potente»
A pesar de estos datos, el estudio sitúa la UIBpor encima del promedio del sistema educativo universitario en cuanto a rendimiento y productividad, solo superada por 16 universidades y empatada a otras siete, en el total de 62 facultades analizadas.
Asimismo, la UIB ocupa el sexto puesto como sistema universitario «potente», solo precedido por el sistema catalán, el de Cantabria, Comunidad Valenciana, Madrid y Navarra. En el lado opuesto se sitúan otras comunidades, como es el caso de Extremadura, Canarias o Castilla-La Mancha.
Por su parte, la UIB destaca por otorgarle un mayor peso a la innovación y desarrollo tecnológico, frente a la docencia y a la investigación.