Las obras para la realización de las fases 2 y 3 de la reforma de la carretera de Es Canar para mejorar la seguridad de esta vía y que incorporará un carril bici separado de la plataforma de paso de vehículos se iniciarán en la primera quincena de febrero después de que los trabajos se hayan adjudicado ya a la empresa Hermanos Parrot por un importe de 1,89 millones. El periodo de ejecución se ajustará al máximo de manera que, si no hay imprevistos, la obra podría estar finalizada a primeros de mayo.
Mientras duren las obras se señalizarán los itinerarios alternativos, que básicamente serán el uso de la conexión entre es Canar y la rotonda de Las Dalias para acceder a la carretera de Sant Carles, o bien utilizar la salida de Punta Arabí y Cala Pada para conectar con la rotonda de s'Argamassa, ejecutada como primera intervención de la renovación de la carretera para evitar los accidentes que se producían habitualmente en aquel cruce.
El proyecto de ejecución del nuevo carril bici y las mejoras en iluminación, evacuación de aguas de la calzada y soterramiento de tendidos eléctricos, así como renovación de los servicios de alcantarillado y suministro de aguas, comprende desde la glorieta de acceso a s'Argamassa, Cala Pada, Cala Martina y sa Trenka hasta la entrada de la población de es Canar, en el nivel aproximadamente del camping. En total, se actúa sobre 1,5 kilómetros de vía, con un carril para vehículos por sentido de 3,5 metros cada uno, un arcén de 0,5 metros y un carril bici con una anchura variable en torno a los 2,20 metros.
El proyecto tiene como finalidad principal el desarrollo de una vía cicloturista segregada en la carretera entre Santa Eulària y es Canar, en el tramo antes mencionado. El objetivo es que de esta manera queden diferenciadas la plataforma destinada a los vehículos, y otra completamente independiente para su uso por parte de peatones y ciclistas. Esta nueva vía estará segregada del tronco principal mediante una barrera de seguridad que impedirá la invasión y accidente con los ciclistas o peatones. Con ello se quiere potenciar el uso de vehículos de transporte alternativos, minimizando el uso de vehículos a motor y favoreciendo la movilidad para aquellos visitantes que practican un turismo diferente basado, por ejemplo, a las rutas en bicicleta.
Complementariamente se optimizará la capacidad circulatoria existente mejorando el drenaje de la calzada, además de soterrar las líneas de teléfono y eléctricas mejorando los servicios existentes y el paisaje circundante. Estas medidas están encaminadas a reducir el impacto ambiental de la carretera, ya que se da continuidad al flujo natural de derrame de aguas y se favorece la integración paisajística y ambiental en eliminar los postes y líneas de la superficie. Además, se refuerza la seguridad vial porque mejoran las condiciones de la propia vía en cuanto a firme y señalización, y se evita la interferencia de usuarios vulnerables con el tráfico rodado.
Igualmente, se renovará la iluminación, que constará de una decena de farolas y más de 200 balizas luminosas, y se instalarán cerca de medio centenar de señales.