«Mascarillas no»; «No al nuevo anormal»; «Mascarillas son malas para tu salud. No quieran respirar CO2» o «No al uso obligatorio en la vía pública». Son algunas de las leyendas presentes en los carteles que portaban las cerca de cien personas que a media mañana de ayer recorrieron la línea litoral de Platja d'en Bossa para expresar su rechazo a la implantación de las mascarillas y la distancia social en las escuelas de Ibiza y Formentera.
Los impulsores de la convocatoria indicaron que el motivo de la concentración era demandar a las autoridades que no impongan la obligatoriedad de las mascarillas en las aulas. No obstante, muchos de los presentes reclamaron unas Pitiusas «libres de mascarillas. Ibiza y Formentera somos una especie de burbuja, apenas han habido casos de coronavirus y no tiene sentido imponer las mascarillas», sostuvieron poco antes de arrancar la «marcha blanca» integrada mayoritariamente por familias. Cerrando la «pacífica protesta», dos grupos de niños que llevaban dos pancartas con las leyendas: «Free» y «Libre».
A pesar de la presencia de algunas nubes, el arenal presentaba un significativa presencia de bañistas que contemplaban atónitos la estampa y se mostraban incrédulos ante la «sorprendente petición», apuntaron varios vecinos de la isla presentes en la zona. «Es incompresible que con lo que hemos pasado haya gente que no entienda que las protecciones son necesarias», remarcó Rosa, una vecina de Vila que no salía de su asombro.
Hasta el punto de encuentro de la convocatoria se había movilizado una patrulla de la Guardia Civil. Poco después llegó la Policía Local de Sant Josep. Varios bañistas habían alertado sobre la presencia de la concentración.
Escuelas sin mascarillas
Los participantes en la marcha reivindicativa insistieron en que «son mayoría los estudios científicos que apuntan que no es conveniente el uso de mascarillas entre los pequeños», señaló María, una de las impulsoras de la manifestación.
«Los niños ya han vivido un confinamiento y las escuelas deben ser escuelas, no cárceles. Nosotros entendemos que es preferible mantener cerradas las escuelas a abrir unas aulas en las que se impongan las mascarillas y la distancia social», argumentó.
Entre los integrantes de la marcha también se encontraba Salvia, vecina de Ibiza, quien puso sobre la mesa los problemas que puede generar a la larga la imposición de las mascarillas entre los más pequeños y también en adolescentes.
En este sentido, incidió en el hecho de que numerosos estudios científicos advierten de los problemas físicos y psicológicos que puede sufrir los jóvenes que tengan que llevar mascarilla en clase. «Son ocho horas diarias por cinco días a la semana. La mayoría de los investigadores indican que eso causará secuelas y complicaciones de todo tipo en menores que están desarrollando un aprendizaje», apuntó Salvia, quien añadió que la presencia de las mascarillas dificulta una correcta oxigenación de las células y a la larga puede desembocar en problemas de concentración.
Por su parte, María hizo hincapié en que las mascarillas en las escuelas «serían un gran obstáculo» para el desarrollo de la enseñanza. «Se hace difícil hasta leer un cuento, imagínate dar una clase con niños», advirtió.
En la misma zona, tumbados sobre sus toallas, una pareja de Sant Jordi no daban crédito a lo que estaban viendo y escuchando. «Creo que la situación que hemos pasado ha sido terrible y si nos piden un esfuerzo más, habría que hacerlo. La situación en los colegios puede ser complicada, pero por la calle se debe llevar mascarilla. Hay cosas peores», apostilló Roberto.
A escasos metros, el personal de uno de los negocios atendía a los clientes cubiertos con las pertinentes mascarillas. La «manisfestación pacífica» fue convocada días antes de que el Govern balear anunciase su intención de aprobar el uso obligatorio de mascarillas generalizado.
La convocatoria de ayer se suma a la que realizan los viernes ante la fachada de los juzgados de Ibiza el colectivo Ibiza se moviliza.
Muchos PERROFLAUTAS andan sueltos