En la nueva carretera C-733, la carretera de Santa Eulària, está casi todo listo. Los conos siguen delimitando carriles y la señalización horizontal sigue siendo provisional en amarillo, pero las rotondas están hechas, la iluminación instalada, incluso los árboles plantados en los laterales. ¿Qué falta para poder utilizarla al 100% de su capacidad y poder circular por toda la anchura del firme?
Según informan desde el Consell d'Eivissa, una vez que se ponga la tercera capa de asfaltado podrá empezar a circularse por la carretera a toda su capacidad. Sin embargo, retrasos burocráticos en uno de los trabajos impiden ejecutar este último y definitivo paso: la construcción del paso subterráneo que unirá el carril bici de Puig d'en Valls y Jesús.
Los trámites para poner en marcha estos trabajos impedirán que se cumpla el enésimo anuncio de finalización de obras (los carga el diablo) que hizo el conseller Gestión del Territorio, Infraestrucuras Viarias, Ordenación Turística y Lucha contra el Intrusismo, Mariano Juan, en el mes de agosto. Durante la visita a la ronda norte de Sant Antoni, una vez que finalizaron las obras de asfaltado, anunció que los trabajos de la carretera de Santa Eulària estarían acabados a finales de septiembre o principios de octubre. Desde el Consell indican que, todavía, habrá que esperar unas semanas.
Recursos Hídricos y Endesa
Según recuerda Juan, en 2018 se redactó un modificado del proyecto original para hacer un paso subterráneo a la altura de ‘Sa Residencia' para unir la red de carril bici que permitirá ir de Puig d'en Valls a Jesús. «Ese modificado se hizo sin solicitar un informe de Recursos Hídricos que era preceptivo, porque se trata de una zona inundable afectada nada menos que por el torrente de Sa Llavanera», explica el conseller.
Es por ello que, cuando el actual ejecutivo detectó el defecto, inició gestiones directamente con la directora de Recursos Hídricos, Joana Maria Garau, para informarle de la urgencia de esta autorización, que según Juan «ha costado mucho» porque se trata de un documento complejo «que no solo afecta al paso subterráneo, sino a la retirada de algunas torres eléctricas de media tensión y es necesario soterrar la línea».
El conseller quiso agradecer el trabajo hecho con Garau, que «desde un primer momento dio prioridad al informe y la autorización entre sus técnicos». El Consell ya ha recibido esta autorización, con la que ahora debe trabajar con la eléctrica Endesa para que se lleve a cabo el soterramiento de la línea.
«Es un trámite que puede tardar algunas semanas por tema burocrático, pero Endesa ya fue ágil con la retirada de las líneas de baja tensión el año pasado, por lo que creemos que sucederá igual con este proceso», confió Juan.
La empresa ya tiene la documentación para poder redactar el proyecto y firmar un convenio de cesión de los tubos de paso para los cables y poder iniciar la tramitación del soterramiento y posteriormente los trabajos. Una vez que se retire ese cable de media tensión podrán llevarse a cabo la obra que unirá con un carril bici Jesús y Puig d'en Valls.
Según informa Mariano Juan, la distribución de la tercera capa de rodadura no se podrá hacer hasta que no concluya la construcción de este paso. De hacerlo antes, los trabajos de excavación obligaría a romper el asfalto para luego repetir la operación de asfaltado. «Otra opción podría ser dejar ese tramo sin asfaltar, pero eso implicaría correr el riesgo de que el firme presentase irregularidades. La manera óptima de hacerlo es que el asfaltado se lleve a cabo de una sola vez», explicó.
Por otra parte indica que si se abrieran antes los dos carriles en ambos sentidos, sería necesario llevar a cabo restricciones en algunas semanas para poner la tercera capa de rodadura, es por ello que, dado que ha descendido la afluencia de coches en esta vía, Mariano Juan indica que se esperará a tener todo el trabajo hecho antes de que los ibicencos puedan circular a cuatro carriles entre Vila y la rotonda de Can Clavos.