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Tráfico marítimo en Sant Antoni

Un informe concluye que la mejor opción sería levantar suspensión temporal del tráfico comercial en la bahía de Sant Antoni

Imagen de archivo del puerto de Sant Antoni. | ARCHIVO

| Sant Antoni |

El informe de Evaluación del tráfico comercial del puerto de Sant Antoni ha concluido que la opción más adecuada sería levantar la suspensión temporal del tráfico comercial en la bahía. En febrero de 2019, se acordó suspender de forma provisional el tráfico regular de vehículos y mercancías en el puerto de San Antonio hasta finales de 2020.

Según ha recordado la Conselleria de Movilidad y Territorio en un comunicado, también se determinó la necesidad de evaluar las afecciones del tráfico portuario en el puerto para ponderar el posible levantamiento anticipado de esta medida.

El estudio conocido ahora asegura que la opción de restringir la alternativa de transporte en la isla de Ibiza a un único puerto «podría ser una medida totalmente contraria a una gestión eficaz del territorio, a la prevención en materia de seguridad y a la planificación del correcto funcionamiento económico y social de la Isla».

El documento aporta también una evaluación cuantitativa de los efectos de haber desviado los tránsitos comerciales desde Sant Antoni hasta Ibiza, con unos costes de transporte directos y externos cifrados en 1,43 millones de euros.

Según la evaluación realizada, el tráfico marítimo comercial no genera impactos negativos significativos sobre el municipio de Sant Antoni, la isla de Ibiza y el conjunto de su sociedad, siendo éstos inferiores a los impactos generados por los restantes tráficos desarrollados en el puerto, como el interior y el náutico-recreativo.

Asimismo, el informe confirma que, del total anual de pasajeros marítimos que transitan por la bahía de Sant Antoni, sólo el 25 por ciento procede del transporte regular, correspondiendo el restante 75 por ciento a un tráfico mucho más intenso y temporal, como es el de las golondrinas o la navegación recreativa. Por otra parte, el estudio destaca que el transporte comercial regular sólo realiza el 2 por ciento de las escalas anuales que recibe el puerto de Sant Antoni, haciendo patente que el grueso de la actividad marítima corresponde al resto de embarcaciones que operan en el municipio.

El estudio realiza un análisis comparativo entre los escenarios con y sin tráfico portuario comercial desde un punto de vista técnico, económico, social y medioambiental, para contar con una herramienta objetiva a la hora de tomar una decisión conjunta con el resto de las administraciones afectadas por el restablecimiento del tráfico comercial.

Desde el punto de vista portuario, el estudio comienza destacando el hecho de que el puerto de Sant Antoni es la instalación portuaria de la isla de Ibiza y del conjunto de Baleares más cercana a la península. Este hecho le otorga un carácter estratégico para el conjunto de Ibiza, así como para la Comunidad Autónoma.

De hecho, esta condición se recoge en la Ley de ordenación del transporte marítimo de Baleares, definiendo el puerto de Sant Antoni como un puerto de interés estratégico para las Islas.

En este sentido, el estudio reflexiona sobre la idea de que, al eliminar definitivamente el tráfico comercial del puerto de Sant Antoni, Ibiza vería «seriamente comprometida» su capacidad de transporte de pasajeros y mercancías, dependiendo exclusivamente del puerto del municipio de Ibiza, «un escenario poco recomendable, especialmente teniendo en cuenta la congestión del puerto estatal y las previsiones de crecimiento de la demanda», ha señalado la Conselleria.

Por otra parte, el estudio realiza un análisis detallado de lo que supone el transporte marítimo regular para contextualizar sus impactos dentro de la actividad global que se realiza en toda la bahía.

DETALLES DEL ESTUDIO

El informe desglosa datos recogidos durante el año 2019. En relación al tráfico de vehículos, éste se encuentra compuesto principalmente por coches en régimen de pasaje, en un 93 por ciento sobre el total, mientras que el de camiones representa únicamente el 0,2 por ciento. Tiene un carácter marcadamente estacional, concentrándose en los meses de verano el 95 por ciento de las llegadas.

El tráfico náutico-recreativo supone, de media, un total de 4.800 escalas anuales de embarcaciones, repartidas aproximadamente en un 50 por ciento entre el Club Náutico y los pantalanes de gestión directa a cargo de Ports IB. El tiempo de estancia es de unos 10 días en temporada alta y 80 días, en temporada baja.

El tráfico interior (golondrinas) supone un total de 13.681 escalas anuales, desarrollando un tráfico de 300.000 pasajeros aproximadamente.

En referencia a los impactos medioambientales, el informe concluye que el tráfico comercial no es la fuente de contaminación más importante de la bahía de San Antonio y que sus impactos son fácilmente reversibles dada la capacidad de acción y decisión de Ports IB sobre las características de la flota comercial, así como sobre su comportamiento.

CONCLUSIONES

El informe, a modo de conclusión, señala que las playas en el entorno del puerto han sido declaradas playas aptas para el baño en la temporada 2019 y su valoración biológica es buena.

Además, la población de posidonia oceánica se concentra principalmente en la bocana del puerto y en la zona de fondeos regulados, no en las inmediaciones del muelle comercial ni en la zona de maniobra de ferris.

Por otra parte, la existencia de fondeos irregulares de embarcaciones náutico-recreativas en la bahía de San Antonio afecta severamente la biodiversidad del lecho marino por medio del lanzamiento de «muertos en el mar».

Además, el tráfico marítimo total del puerto ha supuesto la emisión de 5.614 toneladas de CO2 durante el 2018 en la bahía de San Antonio. De este total, el tráfico náutico-recreativo con 1.048,6 toneladas y el tráfico interior con 3.958,3 toneladas, son los responsables del 89,2 por ciento de del total de estas emisiones. El tráfico regular, por el contrario, sólo es responsable del 10,8 por ciento del total de gases de efecto invernadero fruto de la actividad portuaria.

El informe indica también que, en términos de contaminación acústica, el tráfico comercial genera un nivel sonoro máximo a pie de muelle de 44,5 decibelios, cuando la normativa municipal establece que los niveles se mantengan entre los 55 y los 65 dB.

Por último, desde el punto de vista socio-económico, el estudio destaca las importantes inversiones que Ports IB ha realizado para desarrollar el tráfico comercial en Sant Antoni durante los últimos 15 años, superando los 3,9 millones de euros, así como los más de 2 millones que se prevé invertir a corto plazo. Unas inversiones «necesarias», según el estudio.

El documento subraya también el hecho de que Ibiza se ha convertido en la única Isla en territorio nacional en disponer de un único puerto para el desarrollo de la actividad del transporte marítimo.

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