Los hoteles de Ibiza esperan trabajar «medianamente bien» en julio y agosto, frente a la poca actividad prevista para mayo y con la previsión de que en junio «se empiece a ver más movimiento».
Son las «difíciles» previsiones para la temporada que ha hecho la presidenta de la Federación Hotelera de Ibiza y Formentera (Fehif) Ana Gordillo, en medio de la «incertidumbre» y las «incógnitas» que aún quedan sin resolver, según explicó ayer.
«Habrá algo en junio, pero los meses que esperamos que se trabaje bien son julio y agosto. Luego veremos qué pasa con septiembre y octubre», según avanzó.
Gordillo recordó que aún se desconoce qué ocurrirá después del 9 de mayo, con el final del estado de alarma, ni cuándo se podrán reanudar los viajes en los países emisores, además de otros factores como la «evolución de las cepas y de las vacunas», y cuestiones como la puesta en marcha del pasaporte sanitario.
Esto provoca que, sobre todo por anuncios como el del turoperador Jet2, que retrasa sus vuelos hasta el 24 de junio, se aplace el calendario que tenían los hoteleros hace dos meses, cuando esperaban «empezar a trabajar» en mayo, añadió Gordillo. En todo caso, el objetivo es que «una vez abiertos y con una actividad medio normal, poder aguantar el máximo de tiempo posible: que no sea abrir y cerrar al mes y medio», destacó la presidenta de la Fehif.
Gordillo reclamó una vez más que se priorice la vacunación en los territorios turísticos como Baleares, al igual que está ocurriendo en otros destinos como Italia, Grecia, Turquía y Croacia. También insistió en que es «imprescindible» para los hoteleros poder contar con los ERTE esta temporada, por lo que espera que se prorroguen después del 31 de mayo