Dicen que los sectores relacionados con el lujo no padecen las crisis. La epidemia de coronavirus, sin embargo, si supuso un bache para la venta de viviendas de alto standing en Ibiza. Llegar a la isla se hizo prácticamente imposible durante varios meses y eso dificultó cerrar tratos. Pero la recuperación ha sido rápida. El delegado en Ibiza y Formentera del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API), Jeffrey Fernández, indica que las ventas del sector han crecido este año en torno a un 20 %.
«Se están cerrando más tratos este año tras superar el cuello de botella de gente que quería visitar las casas en su momento y no podía. Ahora vienen uno detrás de otro», afirma Fernández.
Señala que a la hora de explicar este incremento de ventas, además del atasco provocado por las limitaciones en la movilidad, también se debe tener en cuenta que «había una expectativa de que los precios cayesen con la pandemia y no cayeron».
Parece contradictorio que las ventas suban porque no caen los precios, pero Fernández explica que, si en su momento había interés en invertir en viviendas de este tipo más baratas en Ibiza y Formentera, al ver que no bajaba su precio la percepción del mercado ha sido que los bienes inmobiliarios en Ibiza «son un valor seguro con garantías», lo que ha servido para estimular las ventas.
Aumento de precios
Asociado a este aumento de la compraventa de viviendas ha ido, incluso, un ligero incremento de los precios que el delegado pitiuso de API estima entre un 2 % y un 3 %.
En la agencia inmobiliaria Engel & Volkers constatan el aumento de la actividad e incluso incrementos en el precio medio por venta cerrada de un 29% respecto al año 2019. «La demanda en el segmento de lujo sigue aumentando significativamente y también el interés por los apartamentos modernos, las villas de lujo de alta gama y las hermosas casas de campo en Ibiza se mantiene estable», indica el director de Engel & Volkers en Ibiza, Florian Fischer.
La empresa espera para el año 2021 una evolución estable de los precios en Ibiza. Su clientela es principalmente de nacionalidad española, seguida de alemanes, italianos y franceses.
Señala una demanda más alta que la oferta en la zona norte de la isla, en particular menciona Sant Carles, Sant Llorenç y Sant Joan. «En general existe muy poca oferta en el norte, por eso la demanda es particularmente alta cuando una propiedad se pone a la venta en esta zona».
Este interés por el norte de la isla también lo han notado en la inmobiliaria Ibiza States. Su managing broker, Gert-Jan Oepkes, apunta que existe especial interés por aquellas viviendas con licencia de actividad turística a nivel de inversión.
El metro cuadrado de esta clase de viviendas ronda los 8.000 euros de media, por lo que una de estas viviendas en Ibiza puede costar varias decenas de millones de euros. Una visita rápida a las ofertas de esta inmobiliaria permite ver que su precio medio se sitúa entre los 2 y los 3 millones euros, alcanzando los 12 millones de euros. En el caso de Engel & Volkers la vivienda más cara ofertada cuesta 15 millones de euros mientras el precio medio se sitúa en un rango similar al anterior.
Según apunta Jeffrey Fernández, los clientes de esta clase de viviendas vienen «muy informados» y son «muy exigentes» con la legalidad de las propiedades que adquieren. «Piden ver sólo viviendas que cumplan con todos los requisitos de legalidad», indica.
Descenso del mercado británico tras el brexit
El brexit ha implicado un fuerte impacto en el mercado británico, que hasta ahora era uno de los principales compradores de viviendas de lujo en la isla. Su salida de la Unión Europea ha supuesto, además, muchas más complicaciones burocráticas para los compradores de nacionalidad británica, a los que se requier un permiso militar para adquirir una vivienda en Ibiza, dado que la mayor parte del territorio es de importancia militar estratégica. Un artículo de Financial Times del mes de junio explicaba el periplo de un matrimonio británico que había tenido que pagar 90.000 euros más para no perder el depósito de la casa que querían comprar por los retrasos debidos a esta normativa. La normativa, de cuyos requisitos están exentas las personas de la Unión Europea y el espacio Schengen, ha supuesto la frustración de varias compraventas a británicos en Ibiza y Mallorca, según apunta el abogado Ignacio Rodríguez en el medio británico.
En la inmobiliaria Ibiza States confirman esta realidad. «El mercado inglés ha disminuido con respecto a años anteriores, cuando era uno de los mayoritarios», indicó el managing broker de la empresa, Gert-Jan Oepkes. En el lado contrario, están los compradores de Bélgica, Holanda, Suiza o Alemania, que han aumentado su interés por la isla.