Las declaraciones realizadas por Juan Gual de Torrella sobre su deseo de que desapareciesen los clubes náuticos de Baleares podrían poner en evidencia algunas de las actuaciones que, durante su mandato, afectaron a estas entidades sin ánimo de lucro.
Hay que recordar, en este sentido, que la APB dejó fuera al Club Náutico de Ibiza del concurso para gestionar temporalmente los amarres del puerto que ocupa desde hace más de 90 años. El motivo es que no habían incluido el IVA en el aval de la fianza.
El pasado 24 de febrero el Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria refrendó la inadmisión del Club Náutico y declaró desierto el concurso al no haberse presentado ningún otro licitador.
Cabe destacar que dicho Consejo de Administración ni siquiera quiso esperar a que la Abogacía General del Estado se pronunciase sobre la consulta elevada al respecto por el propio ente portuario.
La decisión de la Abogacía del Estado fue tajante: la no inclusión del IVA en el aval de un concurso es un error «subsanable» y, bajo ningún concepto, puede suponer la eliminación de un candidato.
Este dictamen cayó como una bomba en la Autoridad Portuaria, que venía aplicando este criterio desde hace años y perjudicando, por tanto, a numerosas empresas, además de beneficiar a otras.
Los expertos aseguraron no entender las prisas por llevar el caso de los amarres de Ibiza a la reunión de febrero cuando se sabía que la Abogacía General del Estado debía pronunciarse y podía echar por tierra la causa de exclusión, como así ha sido.