La oferta del lujo lleva varios años triunfando en el verano ibicenco. Locales como el restaurante cabaret Lío, del Grupo Pacha, trabajan desde su apertura para un mercado de alto nivel que, en este 2021, se mantiene estable, según explica Francisco Ferrer, director de este emblemático establecimiento y brand ambassador de la marca. «Nosotros estamos trabajando con el mismo tipo de clientela», afirma, «que ha sido siempre de alta gama. Tenemos un gasto mínimo de 200 euros por persona. Y son clientes que gastan mucho más que eso cuando nos visitan».
Ferrer considera que esta Ibiza puede convivir bien con la nocturna, tal y como ha sucedido hasta ahora, y no piensa que sea necesario prescindir de la oferta de las discotecas y bares para que la isla reciba un turismo de mayor calidad y poder adquisitivo. Es más, afirma con rotundidad que muchos clientes potenciales de las discotecas han vuelto a escoger Ibiza como destino, a pesar de las restricciones. «El puerto está ahora lleno de gente», pone como ejemplo, «pero es la misma gente de otros años, que se adapta a lo que les ofrecemos».
Las restriccioones sí han facilitado, en su opinión, el incremento de fiestas privadas: «Si te cierran los bares a la 1.00, te buscas la vida y por eso se están haciendo tantas fiestas privadas. De todos modos, a medida que se vaya abriendo la oferta nocturna, la gente regresará a estos establecimientos».