Tras más de año y medio esperando, los aficionados a la música en directo por fin pudieron bailar, cantar y saltar al ritmo de los grupos que abrieron la programación que el Sonorama Ribera trajo a Ibiza.
El sello de calidad de este veterano festival, que ya ha cumplido 25 años, llevó a los escenarios de los hoteles de Concept Group un cartel de lujo que abrió la joven Maren en el hotel Paradiso. La dinámica del festival alterna los escenarios del hotel Paradiso y el del hotel Romeo's a escasos metros uno del otro, de manera que cuando Maren terminó su recital, pasadas las 15.00 horas, el turno del siguiente músico, Víctor Algora, comenzó apenas cinco minutos después en el Romeo's, para después dar paso a Karavana 40 minutos más tarde, de vuelta al Paradiso.
El público se fue multiplicando a medida que avanzaba la tarde. Cuando llegó el turno de Tomasito, un nutrido grupo de personas pudo disfrutar del espectáculo de cante y baile del jerezano, que, empezando por la camisa y acabando por los pantalones, poco a poco acabó desprendiéndose de toda su ropa, taconeando con los botines en la mano y culminando su espectáculo con un chapuzón en la piscina.
El chapuzón del flamenco y el breve paseo hasta el Paradiso llevó al público del Sonorama a descubrir a uno de los representantes del mejor rock que se hace en Ibiza: Uncle Sal, que una vez más deslumbraron a su habitual público ibicenco mientras dejaba con la boca abierta a los visitantes que pudieron descubrirlos. Sin embargo, la separación entre el espacio de butacas, en el que se puede beber, y el escenario, allí donde ya se puede bailar sin beber y con mascarilla, se resistía a llenarse.
Kuve continuó con la programación. La cantante murciana trató de animar al público, todavía tímido, a acercarse al escenario. Y lo consiguió. Por fin se pudo ver a decenas de personas bailando y cantando ante el pop electrónico de Maryan Frutos, que se atrevió a versionar a Mari Trini con su Yo no soy esa.
Grupo sorpresa
Llegó el turno del grupo sorpresa y Javier Asenjo, responsable del Sonorama Ribera, fue el encargado de desvelar su nombre, que fue «un regalo no solo para el público de Ibiza, sino para todo el equipo de Sonorama». No sin antes subrayar que este es el «primer festival de pie» tras la llegada de la pandemia, presentó a Ira, Matthew, Daniel y Uri: Nada Surf. El veterano grupo neoyorquino y su descarga consiguieron vaciar el patio de butacas del Paradiso y hacer que solo las mascarillas de quienes lo daban todo en la pista de baile dieran testimonio de la época que atravesamos.
La generosidad de Nada Surf hizo que casi se solapara su concierto con el de Delaporte. También se solapó la energía. Y es que entre Clap, Clap, Ni un Beso, y hasta con pinceladas de Prodigy, Sandra y Sergio convirtieron el espacio del Romeo's en escenario de una catarsis colectiva. Asenjo continuó con las presentaciones para dar paso a «una banda fundamental» del pop español de las últimas décadas, La Habitación Roja. El líder de la banda valenciana, Jorge Martí, celebró que se tratara de la primera vez que contaran con público de pie desde febrero de 2019.
Llegó el turno de Niños Mutantes, que llegaron a Ibiza «solo con una muda, unas gafas y un bañador, aparte de los instrumentos», según explicó Juan Alberto, el vocalista. El público, que ya se había multiplicado exponencialmente, siguió dándolo todo guardándose Errante para los bises, que remataron con una versión de La Voz con deliciosos arreglos en las voces.
Él y Ella fueron los encargados de cerrar la primera jornada tras los platos. Él, con su característica máscara de mono, y, Ella, vestida de blanco y con una franja negra en los ojos a modo de antifaz, hicieron mover al público como no había podido hacerlo desde hace más de año y medio, con sus remezclas de temas propios y ajenos como Rigoberta Bandini o Ginebras.
No solo de música vive el festival. Durante la mañana del mismo viernes se celebró un debate sobre la industria cultural en Ibiza y su dependencia de la programación de los clubes, y la presentación de B, con Pau Roca y Juan Pérez-Fajardo.