Más de dos años han tenido que pasar para que el pueblo de Puig d'en Valls volviese a acoger su día grande. Vecinos, turistas y visitantes de otras zonas de la isla se reunieron ayer en los alrededores de la iglesia desde primera hora de la mañana para disfrutar de las actividades preparadas para esta celebración.
El acto que inauguró este festejo fue la tradicional misa solemne donde, además, participó el coro de Puig d'en Valls. A la parroquia asistieron decenas de personas así como la alcaldesa de Santa Eulària, Carmen Ferrer, y otras autoridades políticas del municipio. Asimismo, durante la misa se inauguró la nueva pila bautismal de la parroquia.
Al finalizar tuvo lugar la procesión de la figura de San Pedro y de la virgen María, acompañada por la banda de cornetas y tambores del Santo Cristo del Cementerio. Tras ellos, sa Colla de Puig d'en Valls y Xacoters de sa Torre pusieron el colofón final a la jornada de ayer con una actuación de ball pagés. Sin duda el acto más aclamado y seguido donde los más pequeños de sa Colla atrajeron las miradas y aplausos de los asistentes. Los vecinos pudieron disfrutar de les orelletes y el vi de la terra, que no podían faltar en esta cita, mientras esperaron el desfile de carros.
«Hoy se han reunido muchas personas en la plaza. Se nota que la gente tiene ganas de salir y disfrutar tras este tiempo», explicó un vecino de Puig d'en Valls.