La vida de Carmen cambió el 22 de marzo de 2021 cuando tuvieron que amputarle parte de una pierna debido a los peligrosos trombos que se formaron en su rodilla.
Según explica, hace unos meses, y después de una lucha de 20 años, se logró que el Estado actualizara el catálogo de prótesis para usuarios amputados. Aunque debería estar en vigor desde el pasado mes de julio, en Baleares todavía no ha sido implantado, lo cual supone un grave perjuicio para pacientes como Carmen, a la espera de una prótesis definitiva.
«Nadie nos dice nada, ni aquí ni en Palma», lamenta Carmen, quien calcula que cerca de diez personas en las Pitiusas pueden estar en este mismo compás de espera.
Esta vecina de Playa d´en Bossa, de 45 años y cocinera de profesión, recuerda que, en el momento de la operación, estaba en Erte, por lo que su situación económica no era favorable para adquirir una buena prótesis.
«La poca rehabilitación que me dijeron la hice aquí en Ibiza. Las prótesis son caras no, lo siguiente», manifiesta.
Tras ser atendida por un protésico que se desplaza periódicamente a Ibiza, comenzó el calvario para Carmen. Desde rozaduras a llagas e incluso una infección en la piel, esta mala experiencia hizo que esta mujer optara por viajar a Mallorca para ser atendida, tal como hacen la mayoría de amputados en las Pitiusas.
«Aunque ellos son un negocio, se preocupan por las personas e intentan siempre ayudarte todo lo que pueden y más», destaca en relación a la ortopedia mallorquina.
Ella lamenta que, «cada vez que viajo a Palma, me tengo que pagar el viaje», aunque deba acudir a una ortopedia de allí «porque aquí no tenemos en condiciones». Según reconoce, la Seguridad Social le ha denegado el pago de los traslados.
Carmen critica los protocolos que se siguen en estos casos y denuncia que, aunque ciertos elementos de las prótesis den problemas, algo como el 'liner', o cubierta protectora hecha de un material flexible y acolchado, no se cambia hasta los seis meses, mientras que la espera para la sustitución del encaje es de un año y de 24 meses para la renovación de una prótesis que dé problemas.
Según recuerda, cuando viajó a Palma por primera vez, el protésico le tuvo que adaptar rápidamente la pierna artificial puesto que se la habían colocado de manera incorrecta y, a la larga, podía provocarle graves problemas de cadera.
Hace pocos días, un tribunal médico ha valorado su caso, proponiendo para esta mujer una incapacidad total. «Intento hacer mi vida normal con mi marido y mi hijo. Su apoyo ha sido fundamental. Trato de hacer las faenas de la casa, aunque me supongan mucho trabajo y el doble de tiempo que antes, pero lo hago», destaca.
Respuesta
El Servicio de Salud en Baleares anunció ayer que está trabajando «intensamente» en la actualización del catálogo común de prótesis externas de miembro superior y miembro inferior, tal como acordaron las comunidades autónomas en el Consejo Interterritorial de Salud. Al mismo tiempo, Salud reconoció «cierto retraso» en cuanto a la fecha inicialmente prevista y aseguró que el catálogo está ya «prácticamente finalizado» y solo quedan por cerrar algunos trámites administrativos.
Desde Salud recordaron también que, tras el acuerdo, a finales de enero se publicó la orden ministerial. Así, las comunidades autónomas debían adaptar esas modificaciones a sus respectivos catálogos ortoprotésicos y, en el caso de las islas, mediante el Decreto 41/2009 de 26 de junio.
En Baleares, los representantes de la Asociación Nacional de Amputados de España (ANDADE) también expresan su malestar por esta situación y destacan que es «imprescindible» que el Govern «otorgue la importancia que tiene» al texto normativo y procedan a su publicación «lo antes posible» dada la necesidad de implantar el nuevo catálogo de prestaciones ortoprotésicas para todas las personas amputadas.
En una carta dirigida a Salud, desde Andade Baleares han exigido información actualizada sobre este proceso puesto que el plazo de adaptación en las distintas comunidades autónomas ya está agotado.