El alcalde de Ibiza, Rafa Ruiz, ha anunciado este viernes durante la celebración del debate sobre el estado de la ciudad una partida de 1 millón de euros para ayudas destinadas a los comerciantes del municipio. 500.000 euros serán para los establecimientos de la avenida de Isidor Macabich, muy afectados por las obras de remodelación de esta vía. El resto se destinará a los comercios de la ciudad en general.
La sesión ha comenzado a las 9.00 horas y en la misma no están presentes las concejales socialistas Elena Boned y Desirée Ruiz Mostazo, ambas de baja por motivos médicos. Tampoco han acudido ni la concejal del PP Lourdes Cardona ni el edil de Ciudadanos Roberto Algaba. Estas ausencias se producen después de que el PSOE de Ibiza criticara ayer cómo PP y Ciudadanos se habían aprovechado de las bajas de López y Mostazo para lograr sacar adelante una moción en contra de la ocupación ilegal de viviendas.
Ruiz ha comenzado su discurso señalando que la labor de su gobierno se apoya en los «pilares» de la sostenibilidad ambiental y la importancia de las personas. El alcalde ha asegurado que en estos momentos se está «construyendo la ciudad de Ibiza para los próximos siglos». Y ha recordado que el municipio está afectado por problemas históricos como el del alcantarillado, la movilidad o la «construcción intensiva».
El primer edil ha dedicado los primeros minutos de su intervención a las obras de Isidor Macabich. Un proyecto del que ha señalado que «ahora solo se ven los perjuicios». Ha recordado que lo mismo sucedió con la peatonalización del paseo de Vara de Rey o con la construcción del paseo marítimo de Figueretes. «Los beneficios», ha subrayado, «superarán con creces a las molestias». Ruiz se ha referido a este proyecto como «una obra clave para la ciudad» y ha anunciado que el mismo será «una realidad» en marzo de 2023.
El socialista ha recordado la apuesta de su Gobierno por sacar los vehículos del centro de Vila. En este sentido, ha afirmado que proyectos como los de los aparcamientos subterráneos de la E-10 y del puerto permitirán contar con más de 2.000 nuevas plazas, que se deben sumar a las cerca de 1.000 que ya están habilitadas en los espacios disuasorios. También ha subrayado la importancia de ampliar la red de carriles bici, con el que se construirá en la E-10. Un proyecto que, ha dicho, contará con «el visto bueno del Consell y el empuje de la asociación A Vila en Bici».
En lo que a turismo se refiere, Ruiz ha dejado claro que el Ayuntamiento apuesta por «poner el freno para tener futuro». Por ello ha exigido «promocionar solo el turismo fuera de temporada». Y ha exigido al Consell más controles, inspecciones y sanciones sobre el turismo ilegal. También se ha referido al problema de la nueva depuradora, para cuya activación ha reclamado la «implicación de todas las instituciones». Y, a pesar del pésimo estado de la ciudad en este sentido, ha alabado el trabajo de su equipo en la «mejora» de la contrata del servicio de limpieza. Sobre esta cuestión, Ruiz ha asegurado que el nuevo pliego de condiciones se redactará ya en 2023.
El alcalde, finalmente, ha recordado en su intervención que el problema de la vivienda es el más grave de los que afrontan los ciudadanos de Vila actualmente. Por ello, ha calificado de «punto de inflexión» el inicio de las obras de construcción de 500 viviendas protegidas en Can Escandell el próximo año. Pero, en este punto, Ruiz también ha tenido palabras para el Consell d'Eivissa, al que invitado a «incrementar la lucha contra el alquiler turístico ilegal». El alcalde ha insistido en que «AirBnb no es bienvenido» en Ibiza y ha recordado que la encuesta sobre el parque de vivienda que está elaborando el Consistorio ha sacado a la luz, de momento, 250 casas destinadas al alquiler turístico ilegal y que ya han sido denunciadas ante la institución insular.