Médicos del Mundo ha atendido en Ibiza durante este año 2023 a casi 400 personas dedicadas a la prostitución, lo que representa más de 3.800 intervenciones. Un 4% de los usuarios eran hombres.
«Son cifras que nos alarman y por eso seguimos con esta lucha», lamentó Cati Cardona, trabajadora social de Médicos del Mundo en la isla. Los datos, en comparación con 2022, han aumentado y parece que esta problemática está lejos de solucionarse.
Muchos de los casos están directamente relacionados con la trata de seres humanos con fines de explotación sexual, dos realidades «indisociables» que representan una vulneración sistemática de los derechos humanos, según declararon responsables de Médicos del Mundo con motivo, este sábado, del Día Internacional contra la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres, Niñas y Niños. Una mesa redonda para abordar esta realidad fue uno de los actos celebrados en el Casal de Igualdad de Vila.
Cardona reconoció que en ocasiones las víctimas se ven forzadas a abandonar la isla por las amenazas que reciben, intimidaciones que incluso llegan a veces a sus países de origen, donde suelen dejar a hijos o a mayores dependientes. «Son mujeres en una extrema vulnerabilidad y que tienen mucho miedo. Pueden saber o no a lo que vienen a Ibiza, pero la realidad siempre es peor de lo que se esperan», lamentó.
La gran mayoría de estas víctimas son mujeres de entre 25 y 45 años, procedentes de países poco desarrollados y con pocas oportunidades a la hora de labrarse un futuro.
Desde Médicos del Mundo recordaron que la entrega de material preventivo, asistencia psicológica y un acompañamiento habitual, forman parte de la atención que brindan a estas personas. «No vamos a salvar a nadie, ni les vamos a juzgar», reiteraron.
Desde la Oficina de la Dona de Ibiza explicaron también que este año han atendido a nueve mujeres víctimas de trata. La posibilidad de permanecer en una casa de acogida ha permitido que varias de estas usuarias inicien una nueva vida, consiguiendo un trabajo estable.
En la mesa redonda de ayer pudieron evidenciarse las dificultades para que estas personas denuncien y para que los tratantes lleguen a ser enjuiciados. El único letrado de Ibiza en el turno de asistencia a estas víctimas, Víctor Jiménez, recordó que en los últimos años sólo se ha registrado un caso relacionado con la trata de seres humanos. Fue cuando cinco mujeres denunciaron en Ibiza ser víctimas de explotación. El caso, según dijo, está a punto de ser calificado, por lo que podrá arrancar el juicio.
«Se sabe por activa y por pasiva que en Ibiza en verano la prostitución se dispara», señaló el letrado, quien consideró que no existe una auténtica voluntad política para acabar con esta lacra.
También el inspector de Policía Nacional, Juan José Bermúdez, destacó las dificultades para conseguir que las víctimas relaten por lo que han pasado. «Es un tema muy complicado ya que, por miedo o temor, muchas veces no nos lo cuentan. Es difícil llegar a ellas», afirmó.
El agente explicó que a estas mujeres no les dejan salir solas, no pueden rechazar ningún tipo de servicio y los porcentajes que les cobran los proxenetas son cada vez más elevados. Además, suelen recibir un trato «denigrante».
Según puntualizó Bermúdez, al ejercer en muchos casos en pisos particulares, la Policía Nacional no puede intervenir si no es con una orden judicial y la actuación policial puede limitarse a una intervención de los agentes locales por problemas de ruidos o molestias a los vecinos.
En Ibiza, en estos momentos, la Policía estaría controlando unos 40 pisos de Vila donde podrían llevarse a cabo actividades relacionadas con la prostitución.
En Baleares, Médicos del Mundo atendió en 2022 a 1.517 personas dedicadas a la prostitución, procedentes de 40 nacionalidades diferentes.