La recuperación del casco histórico de Ibiza es un objetivo que se han marcado tanto las administraciones como quienes trabajan y viven en estos barrios. El Mercat Vell, por ejemplo, se ha convertido en el epicentro de una recuperación en la que el Ayuntamiento de Ibiza ya ha dado importantes pasos con acciones como el programa de actividades desarrollado a finales de 2023 para conmemorar el 150 aniversario de la creación de este emplazamiento comercial. Pero la revitalización no depende únicamente de lo público. El sector privado está avanzando también en este sentido. Así, empresarios como el toscano Francesco Secci son un ejemplo de quienes confían en que el barrio de La Marina vuelva a ser «el corazón de Ibiza».
Propietario del más que conocido Il Dek, Secci acaba de abrir a escasos metros la pizzería Adiós, en un lateral del Mercat Vell y en la que la pizza auténticamente napolitana es la gran protagonista. El empresario lleva una década trabajando en esta plaza, un lugar que ahora asegura que «ha cambiado» para mejor. Desde Il Dek, ubicado en el inicio de la subida del Portal de ses Taules, Secci ha visto la evolución de los últimos 10 años y considera que es necesario que en La Marina se apueste por la calidad como forma de recuperar el barrio: «Quienes no quieren discotecas, se quedarán en el centro pero hay que ofrecerles algo. Seguridad es lo primero, pero también lugares en los que puedan disfrutar de sus vacaciones. Nosotros ofrecemos cocina italiana de nivel, con producto auténtico. Hace falta dar facilidades para que la gente venga porque ahora mismo lo aparcamientos están muy alejados. Creo que se debería promocionar el servicio del Taxi Boat porque hay mucha gente que no lo conoce y es bueno».
Esfuerzo empresarial
Secci considera que es de destacar el esfuerzo que están haciendo otros empresarios como él en La Marina. Así, en su conversación con Periódico de Ibiza y Formentera, señala las reformas de establecimientos como Localito o Petit Vermut. Pero también subraya la necesidad de que los establecimientos se mantengan en el tiempo y acaben convirtiéndose en instituciones en la zona. Es el caso, recuerda, de Croissant Show: «Creo que es a lo que debemos aspirar. Croissant Show lleva 40 años abierto. Su croissant es más caro que el de los demás. Pero es que es otro croissant. Y eso es lo que hacemos nosotros en Il Dek y ahora en Adiós. Ofrecemos un producto de calidad. Yo trabajo con proveedores de la isla y traigo de Italia la pasta seca, que es también de pequeños productores. Aquí trabajamos con empresas como Los Gallegos, la pescadería Mario Oliver o Cafés Ibiza. Esto significa dar trabajo a la gente de aquí».
Francesco Secci considera, por otro lado, que es necesario que los residentes en Ibiza cambien su visión sobre el casco histórico de la ciudad y, sobre todo, en lo referente a La Marina, un barrio del que muchos se han alejado por considerarlo excesivamente turístico. En este sentido, asegura que, sin la participación de los ibicencos, no será posible la revitalización. Como hostelero, tiene claro que los residentes deben saber que «en La Marina se come muy bien» y que se apuesta por «la calidad» a un precio competitivo. «Ibiza no puede ser prohibitiva», añade en este sentido, «porque, en su corazón, es una isla hippy. Nosotros, por ejemplo, ofrecemos en Adiós una pizza de 400 gramos y una bebida por 22 o 23 euros».
El propietario de Il Dek y de Adiós considera, finalmente, que La Marina necesita una oferta de ocio que permita a las familias disfrutar de la zona a lo largo del día pero también por la noche. Él mismo tiene abiertos sus restaurantes desde las 10.00 horas hasta la 1.00 de la madrugada. Sin embargo, cree que hay que apostar por un ocio nocturno respetuoso con el entorno y con los residentes. Así, pone como ejemplo la reapertura del Teatro Pereyra, que considera que será «buena para el barrio» porque «incrementará la oferta nocturna». «Ibiza es el barrio de La Marina», concluye el empresario, «Botafoc es la down town de todos los sitios del mundo. El corazón de Ibiza está aquí, en La Marina. Y eso hay que recuperarlo. Es un centro histórico y tiene que tener su propia vida».