Empresarios de Sant Antoni han sido víctimas de una novedosa estafa. Otros han estado a punto de picar. El propietario de un conocido restaurante de la localidad explica cómo a finales del pasado verano ya lo intentaron con él. En su negocio, un buen día se recibió una llamada en la que los interlocutores estuvieron a punto de convencer a uno de los trabajadores de que su jefe debía abonar urgentemente 1.800 euros para evitar una sanción. Sorprendentemente, los estafadores tenían mucha información del propietario, facilitando al trabajador detalles de sus otras ocupaciones.
«Es lo que más sorprende y no descartamos que fuera gente de la isla porque tenían mucha información. Llamaron al restaurante diciendo mi nombre, hablando de mis otros trabajos e indicando que debíamos hacer un pago de 1.800 euros porque me había metido en un problema que sólo se podía solventar de esa manera y con esa cantidad. A mi compañero le convencieron y le dijeron que tenía que ir al estanco para comprar unos bonos y que ellos pudieran recibir así la transferencia», comenta esta persona.
Cuando el trabajador insinuó en varias ocasiones que iba a llamar al encargado para consultar, los estafadores siempre lograron disuadirle. Otra trabajadora sí contactó con este propietario, quien pudo confirmar que todo era un engaño.
Últimamente, también a una empresa de ocio de la localidad le habrían exigido dinero para evitar una sanción relacionada con temas de insonorización.
Empresarios a punto de caer quieren advertir sobre estas estafas y recomiendan a otros colegas mucha precaución y que no se fíen de llamadas de este tipo.
Consejos
Desde la Policía Nacional explicaban recientemente la importancia de desconfiar de visitas sorpresa o de llamadas telefónicas en las que, casi desde el principio, se exige el pago de una cantidad económica. «La prisa y la urgencia están siempre en estas estafas, bien porque nos dicen que van a cortar un suministro o porque algo debe resolverse. Todo ello hay que comprobarlo», insistieron.
Otras habituales estafas que se registran en las islas son aquellas en las que las víctimas son amenazadas diciéndoles que les van a cortar algún suministro si no abonan con urgencia una importante cantidad de dinero. La Policía recuerda que nunca hay que pagar y sí comunicar este hecho en Comisaría para tener constancia de estos intentos de estafa.