El temporal que a primera hora de la mañana azotó a Ibiza y Formentera provocó que los turistas se decantaran este miércoles por visitar la capital ibicenca en detrimento de las playas, que el mal tiempo dejó vacías a mediodía.
Un cambio de planes que provocó el colapso de los accesos a Vila. Cientos de vehículos se agolpaban en el primer cinturón de ronda para encontrar un aparcamiento en la ciudad. La calle Pere Francès fue una de las arterias por donde circular fue más difícil, ya que a través de ella se accede a una de las principales entradas del parking de es Pratet, que este miércoles certificó uno de sus mejores días en cuanto a clientela.
Los otros beneficiados por el temporal fueron los comercios y los restaurantes de la ciudad, que se vieron desbordados por la avalancha de turistas que desembarcaron en Vila tras no poder disfrutar de un día de playa.
La Aemet mantiene hasta este jueves a las 18.00 horas el aviso naranja por fuertes precipitaciones, que podrían llegar hasta los 50 l/m2 en tan solo una hora en las Pitiusas.