La Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares (CAEB) ha presentado este jueves su informe 'Evolución Económica' correspondiente al tercer trimestre de 2024, en el que se constata que la economía balear creció un 2,5 % entre julio y septiembre, aunque perdió tres décimas respecto al crecimiento del trimestre anterior (2,8 %).
Esta desaceleración se produce en un contexto en el que la economía española y gran parte de las europeas experimentaron una aceleración.
El crecimiento del 2,5 % en Baleares contrasta con el fortalecimiento de la economía española, que avanzó un 3,4 % frente al 3,2 % del segundo trimestre, y con el incremento registrado en la economía europea, que pasó del 0,8 % al 1 %.
Por territorios, Mallorca lideró el crecimiento económico con un 2,7 %, aunque dos décimas menos que en el segundo trimestre (2,9 %). Ibiza y Formentera fueron las islas más afectadas por la desaceleración con un crecimiento del 1,8 % frente al 2,8% anterior.
En el caso de Menorca, el crecimiento se contuvo ligeramente, pasando del 1,7 % al 1,6 %, y sigue siendo el territorio con menor ritmo de avance económico.
Una tasa de paro histórica
En cuanto al mercado laboral, la economía balear continuó generando empleo, aunque a un ritmo más moderado que en el trimestre anterior.
El crecimiento del empleo fue del 3 %, por debajo del 3,5 % registrado en el segundo trimestre. A pesar de esta desaceleración, el archipiélago sigue mostrando mayor dinamismo que el conjunto de España, donde el empleo avanzó un 2,5 % frente al 2,6 % anterior.
El informe destaca que Baleares alcanzó un récord absoluto de afiliación a la Seguridad Social, con 652.702 trabajadores registrados a finales de julio, lo que supone un incremento de más de 172.000 empleados en comparación con hace una década.
La tasa de paro descendió al 4,2 %, la cifra más baja de la serie histórica en las islas, situándose muy por debajo de la media nacional del 10,8 %.
La inflación mostró una evolución favorable durante el tercer trimestre, al situarse en el 2,3 % frente al 3,7% del trimestre anterior.
Esta mejora se debe principalmente a la caída en los precios de productos energéticos (-1,2 %) y, en especial, en carburantes y combustibles (-6,2 %). Los alimentos también moderaron su encarecimiento, pasando de un 5,4 % en el segundo trimestre al 2,9% actual.
No obstante, la CAEB advierte de que este proceso desinflacionista ha sufrido repuntes en el tramo final del año, alcanzando un 2,8% en noviembre. Pese a la contención generalizada, los precios siguen por encima de los niveles previos a la pandemia, lo que supone un desafío para las familias y empresas del Archipiélago.
Desaceleración de los servicios
Desde el lado de la oferta, el informe señala que la ralentización del crecimiento económico balear en el tercer trimestre se explica por el debilitamiento del sector servicios.
Este sector, clave en la economía balear, creció un 2,5 % frente al 2,9 % del segundo trimestre, a pesar de que los indicadores turísticos alcanzaron niveles récord durante los meses centrales del verano.
La CAEB advierte de que esta situación pone de manifiesto las dificultades del sector para capitalizar de manera sostenible los resultados turísticos excepcionales.
Por el contrario, la construcción se mantuvo como el sector más dinámico, acelerando su crecimiento hasta el 3,5 % en comparación con el 3,1 % del segundo trimestre.
El informe atribuye este impulso al elevado volumen de actividad, especialmente en el ámbito residencial. La industria, por su parte, logró ampliar su ritmo de crecimiento hasta el 1,3 %, frente al 1,1 % del trimestre anterior, gracias a un aumento en la producción y la salida del stock acumulado. Sin embargo, sigue siendo el sector menos dinámico de la economía balear.
Retos económicos: productividad y costes laborales
La presidenta de CAEB, Carmen Planas, ha advertido que la baja productividad sigue siendo el principal desafío de Baleares. A pesar del aumento del empleo, el archipiélago tiene dificultades para aprovechar la temporada turística récord, lo que evidencia la necesidad de mejorar la eficiencia y el aprovechamiento de los recursos.
Planas ha recordado que las empresas deberán afrontar en 2025 retos como el incremento de costes laborales, la falta de mano de obra cualificada, la estacionalidad del mercado laboral y la necesidad de diversificar la oferta turística.
Asimismo, ha hecho hincapié en la necesidad de apostar por la innovación y la formación como elementos clave para mejorar la competitividad.
Por último, el informe alerta de la creciente incertidumbre en el contexto internacional, marcada por posibles guerras arancelarias y la inestabilidad política en economías clave como Francia y Alemania, lo que podría impactar en el crecimiento de Baleares en los próximos años.