El Ayuntamiento de Eivissa ha sacado a licitación la asistencia técnica para redactar un proyecto de construcción de la pasarela que debe unir por la costa los barrios de Figueretes y Platja d’en Bossa. Según ha explicado la concejal de Obras, Blanca Hernández, el contrato incluye también la preparación de la documentación necesaria para tramitar el proyecto definitivo. Todo ello con un presupuesto de 153.000 euros, procedentes de impuesto de turismo sostenible (ITS).
La pasarela se instalará en una zona que es «un paseo precioso, con unas vistas espectaculares», en palabras de Hernández. Está previsto que toda la instalación se lleve a cabo con materiales que generen poco impacto en el entorno, como es el caso de la «madera ecológica». Este tipo de material, además, permitirá «minimizar el mantenimiento» de la instalación.
El Ayuntamiento calcula que la pasarela en sí tendrá un coste cercano al millón de euros, pero la cifra aún no se ha concretado. Hernández también ha explicado, en declaraciones a Periódico de Ibiza y Formentera, que la futura pasarela será elevada sobre la arena y las rocas. Esta decisión obedece a la necesidad de que no se vea afectada por el oleaje, sobre todo en momentos de mal tiempo.
La pasarela tendrá tres metros de ancho y, en principio, será tanto para peatones como para ciclistas. Hernández ha señalado también que esta instalación será una prolongación del paseo de Figueretes pero que, desde la misma, no se podrá acceder al mar. El anteproyecto contempla también la instalación de iluminación procedente de placas solares en esta nueva vía. «Es necesario», ha subrayado Blanca Hernández, «que la pasarela esté adecuadamente iluminada».
El proyecto se está desarrollando a pesar de que aún no se ha pronunciado sobre el mismo la Conselleria del Mar, que es la que tiene la competencia sobre el terreno en el que estará ubicada la pasarela. El Ayuntamiento tendrá que redactar el proyecto definitivo antes de solicitar al Govern los permisos necesarios para poder sacarlo adelante. Pero, ha señalado Blanca Hernández, confía en que la conselleria dirigida por Juan Manuel Lafuente acepte la petición de autorización: «Confiamos en que nos den los permisos pero todo dependerá de la Conselleria del Mar».
Genial. Así entre los moros de figueretas y los senegaleses de la playa den bossa pueden comerciar. Ya no habrá fronteras.