El Ayuntamiento de Sant Antoni celebró este viernes el Día Mundial Sin Tabaco con una jornada de actividades organizadas por la concejalía de Bienestar Social y el Plan Municipal de Drogas. Bajo el lema ‘Moviment i Benestar’, la iniciativa tuvo como objetivo promover estilos de vida saludables y concienciar sobre los riesgos del consumo de tabaco y vapeadores.
La programación comenzó por la mañana en el Passeig de ses Fonts con un taller de Movimiento y Bienestar, al que asistieron principalmente personas mayores del municipio. Durante la actividad, se realizaron ejercicios suaves, estiramientos y baile terapéutico. Según explicó Jorge Nacher, regidor de Bienestar Social, «la idea era aprovechar este día para visibilizar alternativas saludables al consumo de tabaco y promover la actividad física, sobre todo entre nuestros mayores».
Laura, una de las participantes comentó que «hace 23 años que dejé de fumar y me pareció una buena oportunidad para moverme un poco y socializar». También destacó que dejar el tabaco le hizo mejorar el olfato, el gusto y la capacidad pulmonar.
Lara, educadora social del Ayuntamiento y técnica del Plan Municipal de Drogas, detalló que esta actividad forma parte de una estrategia para ofrecer ocio saludable a distintos grupos de edad. «Queremos ofrecer alternativas que fomenten el bienestar físico y emocional. Por eso, por la tarde organizamos también una actividad para jóvenes», explicó.
Esa segunda parte de la jornada se llevó a cabo en el Espai Jove, con un taller titulado ‘Un día sense fum’, impartido por la asociación PDS. El taller, dirigido a jóvenes entre 12 y 16 años, se centró en los riesgos del uso de cigarrillos electrónicos, que, según los organizadores, se están normalizando entre los adolescentes.
«Ahora mismo, el vapeo es una preocupación creciente en los institutos», explicó Lara. «No está bien regulado, y eso dificulta que los centros educativos puedan actuar con claridad. Sería necesario actualizar la normativa para incluir los dispositivos electrónicos», concluyó.
Asimismo, la nueva normativa Antitabaco, que aún tiene que ser aprobada por el Consejo de Ministros, busca proteger la salud de colectivos como los menores o las embarazadas.
En este sentido, estaría prohibido fumar en lugares como las terrazas de bares y restaurantes, las marquesinas de autobuses o las instalaciones deportivas de uso colectivo.