La ruptura de la negociación del convenio de hostelería de Baleares ha encendido las alarmas entre distintos agentes económicos e institucionales de Ibiza, que han coincidido en hacer un llamamiento a la responsabilidad de las partes implicadas, solicitando reabrir la mesa de negociación para evitar los parones anunciados por las entidades sindicales. Cabe recordar que patronal y sindicatos siguen en posiciones enfrentadas tras semanas de reuniones, y la convocatoria de huelga convocada por los sindicatos a partir del 10 de julio - en plena temporada alta - ha sido recibida con preocupación por el sector turístico, que teme un impacto negativo tanto en la imagen del destino como en la estabilidad del empleo.
Desde la Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares (CAEB) lamentaron profundamente la falta de acuerdo, que consideraron «una muy mala noticia» para la economía del archipiélago. «Naturalmente desde CAEB apoyamos la posición que ha mantenido la parte empresarial, es decir, las asociaciones y federaciones que intervienen en la mesa del convenio, todas ellas integradas en nuestra confederación», manifestó ayer José Antonio Roselló, vicepresidente de CAEB. No obstante, destacó que ese respaldo no se debe únicamente a motivos orgánicos, sino también «al fondo de lo que ha sido su línea negociadora», que califica de «bastante correcta». Para Roselló, el objetivo de cualquier negociación colectiva debe ser alcanzar un punto de equilibrio entre las partes. «Nunca se puede entender un convenio como un trágala de una parte sobre otra», advirtió, recordando que el convenio balear ya es uno de los más avanzados de España y que cualquier revisión debe contemplar el conjunto de condiciones laborales, no sólo las salariales.
Más que salarios
En este sentido, insistió en que la negociación no puede centrarse exclusivamente en los salarios. «Un convenio debe buscar un equilibrio de intereses, tanto en la parte social como la empresarial», apuntó Roselló. Indicó que entre los aspectos que también exigen una discusión profunda sobre el convenio aplicable se encuentran la flexibilidad, la organización interna de los centros de trabajo y el absentismo laboral. «El convenio tiene la finalidad de ordenar todo el marco organizativo y regulatorio del sector, no sólo de fijar salarios», insistió. Además, alertó de que las pretensiones salariales planteadas por los sindicatos «se salen de la dinámica general de convenios en toda España» y podrían convertirse en «un mal ejemplo» con efectos negativos sobre el conjunto de la economía nacional. En esta misma línea se mostró ayer Alicia Reina, presidenta de la Asociación Española de Directores de Hotel en Baleares (AEDH), quien destacó cómo hablar de subidas salariales del 16 % sin tener en cuenta la viabilidad de los negocios, especialmente las pymes, es peligroso para la sostenibilidad del empleo a medio plazo.
Asimismo explicó a Periódico de Ibiza y Formentera que una recesión global - posible si se agravan los conflictos internacionales - impactaría de lleno en destinos como Ibiza o Mallorca, altamente dependientes de la demanda exterior. Además, según el sector hotelero, la posibilidad de que se mantenga la convocatoria de huelga, podría afectar gravemente al desarrollo de la temporada turística. Al respecto, Alicia Reina precisó que dicha convocatoria «nos sitúa en un momento muy delicado». «Nos enfrentamos a una temporada clave, con una ocupación desigual, márgenes ajustados y un contexto internacional incierto, marcado por conflictos bélicos y riesgos geopolíticos», agregó, explicando que algunas de las demandas sindicales «se alejan de la realidad económica». «Estamos en un momento de desaceleración global. Si la situación internacional se complica, el turismo será uno de los sectores más afectados», advirtió de nuevo. Pese a ello, manifestó que el sector ha hecho «propuestas serias»: incrementos salariales razonables, mejoras en la contratación y en la calidad del empleo. «Los acuerdos requieren reciprocidad. No podemos aceptar condiciones que pongan en jaque la continuidad de muchas empresas y, con ello, los puestos de trabajo que hoy se quieren proteger», afirmó, haciendo hincapié en que es imprescindible que ambas partes recuperen el diálogo: «La mesa de negociación debe seguir abierta. Ahí es donde debemos encontrar un acuerdo que garantice dignidad laboral, seguridad jurídica y estabilidad económica». Consideró que las diferencias son importantes, pero «no son insalvables», y criticó los «maximalismos» que, a su juicio, sólo conducen al bloqueo.
«El equilibrio es posible. No hay futuro sin trabajadores bien tratados, pero tampoco lo hay sin empresas viables», resumió, resaltando que su propuesta pasa por un aumento salarial sostenido en el tiempo y acompañado de medidas que refuercen la estabilidad del empleo, como la ampliación de los contratos de temporada. «Lo que pedimos es sensatez, responsabilidad y una visión global», concluyó. Desde la parte sindical, la situación se interpreta de manera muy diferente. Guadalupe López Monedero, la secretaria general de la Federación de Hostelería de UGT, y participante en la mesa de negociación, destacó que, dada la situación, los sindicatos ven inviable llegar a un acuerdo con la patronal antes del inicio de los parones. «Este lunes se realizarán los trámites para convocar la huelga», destacó, indicando que antes es necesario iniciar un proceso de mediación en el Tribunal de Arbitraje y Mediación de las Islas Baleares.
Postura institucional
Por su parte, desde el Consell d’Eivissa lanzaron un mensaje de prudencia, apostando por la vía del diálogo y subrayando la importancia de que las partes «lleguen a un acuerdo». Explicaron que hay margen para llegar a un entendimiento y evitar la huelga si se retoman las conversaciones. En una línea similar, Manuel Sendino, gerente de la Federación Empresarial Hotelera de Ibiza y Formentera (FEHIF), reconoció que «las convocatorias de huelga forman parte de la normalidad en las relaciones laborales», pero apostó claramente por el acuerdo. «Todavía hay margen. Ya veremos si nos sabemos entender con la parte sindical. Esperemos que sí», expresó, destacando la apelación al diálogo y al equilibrio de intereses. Hay que señalar que el convenio de hostelería de Baleares es uno de los más importantes del Estado por número de trabajadores afectados - más de 160.000 - y por el impacto que tiene sobre el modelo turístico de las islas. Sin duda, los próximos días serán determinantes para saber si se reanuda la negociación o si, por el contrario, se alarga un conflicto que podría tener consecuencias impredecibles en plena temporada alta en Baleares.
La hostelería sube sus precios el 16% cada año, el IPC sube en baleares cada año el doble de la media nacional y todavía les parece mucho el 16% en tres años. Estos tios son unos sinvergüenzas.....