El Consell d’Eivissa volvió a llenar de palabras y creatividad la isla con la entrega de los Premis Sant Jordi 2025, un reconocimiento que celebra el talento de los estudiantes de ESO y Bachillerato.
La consejera de Cultura, Sara Ramón, recordó los orígenes de los premios, que nacieron hace 33 años gracias a la iniciativa de un grupo de profesores de secundaria que buscaban motivar a los alumnos a crear en catalán. «Este premio ha ido cambiando con los años, adaptándose a nuevas modalidades. Hoy celebramos no solo la creatividad, sino también el esfuerzo y la pasión de todos los participantes», explicó Ramón, quien quiso agradecer la implicación de profesores, familias y jurado, así como la dedicación de Joan Albert Ribas, técnico de Cultura y alma mater del premio durante décadas, que se despidió públicamente tras años de trabajo.
Durante la ceremonia, el presidente del Consell d’Eivissa, Vicent Marí, destacó que los Premis Sant Jordi no son solo un reconocimiento económico, sino «una celebración de vuestra imaginación y talento. Con vuestras palabras y dibujos dais vida a personajes y emociones, y eso tiene un valor incalculable, especialmente en un momento en que la tecnología ocupa gran parte de nuestra vida cotidiana».
Premiados
Entre los premiados en poesía se encuentran Ana Serrano Torres y Yingying Xia en ESO, y Elizabeth Escandell Escandell y Edurne González González en Bachillerato. En narrativa, los galardones fueron para Angad Singh Sandhu Mishra y Mia Tomati en ESO, y Nura Shandu Mishra e Iria de Ureta Díaz en Bachillerato. Además, los Premis de Punts de Llibre reconocieron la creatividad visual de Jinni Li, Aina Tur Ramon, Maria Herminia Prats Moreno, Yingying Xia, Salvador Antich Ferrer y Lorena Colomar Marí, cuyos diseños aportan nuevas perspectivas sobre los símbolos y elementos de la fiesta de Sant Jordi.
Mia Tomati, ganadora del segundo premio de narrativa en ESO, explicó que su obra ‘Una trobada entre la bèstia i la màquina’ trata sobre la pena de muerte y la transmisión de lecciones de una generación a otra. «Me he emocionado mucho al principio, siento que este premio es como dar un primer paso dentro del mundo de la literatura. Me encanta escribir y espero poder seguir haciéndolo en el futuro», contó.
Por su parte, los hermanos Angad y Nura Shandu Mishra, que se llevaron los primeros premios de narrativa en ESO y Bachillerato respectivamente, coincidieron en que escribir ha sido una pasión desde niños. «Para mí, este año es muy especial porque lo comparto con mi hermana. Ganar juntos es un sueño hecho realidad», dijo Angad. Nura añadió que, aunque estudia Bachillerato y planea dedicarse a las ciencias de la salud, la escritura sigue siendo esencial en su vida: «No quiero vivir sin escribir».
Familias y amigos aplaudían a cada ganador, mientras los jóvenes recogían sus diplomas. Vicent Marí animó a todos los participantes a continuar escribiendo y leyendo: «Este premio es una oportunidad para expresaros, para imaginar y para dejar un registro de vuestras historias. Espero que vuestra experiencia anime a otros jóvenes a perder el miedo a jugar con las palabras».
El acto cerró con un reconocimiento especial a Joan Albert Ribas, quien durante 33 años ha trabajado para que los Premis Sant Jordi se mantengan vivos y accesibles. Su dedicación, dijo el presidente del Consell, ha sido fundamental para que la creatividad de tantos estudiantes haya tenido un espacio donde brillar y ser valorada.