La contrata del servicio de transporte público dependiente del Consell d’Eivissa ha sido adjudicada definitivamente a Alsa por un valor cercano a los 100 millones de euros». Así lo ayer en la presentación del informe de Ibiza Preservation el vicepresidente primero y conseller de Movilidad del Consell d’Eivissa, Mariano Juan.
El vicepresidente insular hizo hincapié en que, aunque la adjudicación haya concluido por parte del Consell, tal y como sucede este tipo de contratas, hay un periodo de presentación de alegaciones por parte del resto de empresas que se han presentado al concurso para que presenten recursos contra esta adjudicación.
Debido a estas cuestiones administrativas, es difícil saber con exactitud los plazos exactos en los que la nueva contrata entrará en vigor. Si no se presentan recursos por parte del resto de empresas, podría entrar en vigor en poco más de dos semanas. «Por experiencias pasadas, adjudicaciones similares a las que se han presentado recursos se han retrasado aproximadamente un mes y medio», aseguró Mariano Juan.
Aunque en el mejor de los casos esta contrata podría entrar en funcionamento en tan solo dos semanas, lo haría de manera muy gradual. «El tiempo de implementación que manejamos es de unos diez meses aproximadamente», apuntó el vicepresidente insular.
Los motivos de este largo periodo de implementación, explicó el vicepresidente, hay que encontrarlos en lo ambicioso de la nueva contrata:«Más de dos terceras partes de la red de autobuses pasarán a ser eléctricos, para poner nuestra parte para reducir el consumo de combustibles fósiles. Además, el kilometraje de la red aumentará hasta en un 50 %», detalló Juan, quien incidió en que todo esto conlleva un proceso de adaptación que necesita tiempo.«Tienen que llegar los nuevos autobuses, las máquinas que contabilizan los viajes, las tarjetas que hay que enviar a los ciudadanos…», explicó el vicepresidente.
Este nuevo servicio de autobús mantendrá el regimen de gratuidad que ya está vigente en el actual, apuntó Juan.
Aleluya. De todas maneras, no se justifica por qué el departamento de Transportes del Consell no ha sido capaz de rotular correctamente las paradas de bus este verano provocando el caos y la indignación entre los usuarios del servicio público.