Ibiza es uno de los lugares más conocidos por la mayoría para salir de fiesta. La fama de sus grandes discotecas ha hecho que sea un atractivo para que muchos decidan viajar a ella para poder disfrutar del ocio nocturno, sin embargo la ciudad no se encuentra entre las mejores para salir de fiesta.
Un estudio un reciente estudio de la plataforma 'JB', según Condé Nast Traveller, apunta que la ciudad de Barcelona es la mejor para disfrutar de la vida nocturna. Y es que los numerosos bares, clubes y sitios de entretenimiento por kilómetro cuadrado hacen que se gane su puesto. Además, los precios también hacen que se gane su posición, ya que las bebidas y copas se pueden comprar por un precio razonable: 3.99 euros de media (4,65 $). Los horarios de cierre también la hacen ser la mejor, puesto que muchos locales están abiertos hasta las seis de la mañana.
«Alrededor del 60 % de los viajeros eligen ahora su destino en función de la vida nocturna, lo que demuestra lo mucho que le importa a la gente lo que ocurre después del anochecer. Pero la seguridad es lo más importante cuando sales a tomar algo en una ciudad nueva, especialmente para las mujeres que viajan solas o con amigos. Una ciudad puede tener bebidas a 2 $ (menos de dos euros), pero si te preocupa volver al hotel a medianoche, esos cócteles baratos no merecen la pena», explica el portavoz de ‘JB’.
En cuanto al resto de ciudades de Europa, el estudio indica que París, Tiflis, Praga y Budapest se encuentran entre las diez primeras ciudades, ya que las bebidas tienen un precio medio de 2,57 euros (2,99 $) y las estadísticas indican que los bares y clubs están muy bien valorados. Tokio, Seúl, Ereván, Bangkok y Bali se encuentran también dentro del ranking.
Por otra parte, el estudio también indica que cuatro de cada diez turistas salen a beber cuando viajan y que, por lo tanto, el gasto en vida nocturna representa alrededor del 15 % del presupuesto total de las vacaciones.
OJALÁ SE PUSIERA DE MODA A BARCELONA Y TODOS LOS PUMBEROS SE FUESEN PARA ALLÁ Y NOS DEJASEN TRANQUILOS