Giovanni Greco, el mafioso italiano que fue detenido en Eivissa en el año 1997, sigue desaparecido y la policía comienza a sospechar que podría haber huído de Mallorca, donde residía actualmente, a bordo de un barco de pesca.
El rotativo «El País» señala esta posibilidad y recuerda que Greco se encontraba hoy en día gozando de su situación de libertad bajo fianza en un chalet de Cala Llombarts, a unos 59 kilómetros de la ciudad de Palma.
Greco fue juzgado y condenado en Italia a una pena de 27 años de prisión por el delito de asociación mafiosa. En el país transalpino, la prensa le bautizó como «Killer» (asesino), ya que se sospecha que está detrás de numerosos asesinatos.
Durante su estancia en Eivissa, Greco salía habitualmente al mar en un barco de pesca en el que prestaba sus servicios. En Mallorca siguió con esta actividad a bordo del barbo «Tomalu», señala «El País», propiedad de un vecino del puerto de Sant Jordi y con el que se dedicaba a la pesca de langostas y cigalas.
La noticia de la desaparición de Greco ha dejado estupefactas a las fuerzas de seguridad italianas. Según publica el periódico español, los altos mandos policiales transalpinos consideran «incomprensible» que haya podido escapar un mafioso de la categoría de Greco. Un delincuente sobre el que la justicia de aquel país tenía «un enorme interés» y del que se había hablado particularmente en varias reuniones entre miembros de la judicatura de Italia y España. De todos modos, la desconfianza hacia la vigilancia llevada a cabo sobre Greco en nuestro país queda de manifiesto en unas palabras de un mando policial italiano: «Sospechábamos que esto podía llegar a pasar».
El pasado día 2 de agosto, tras 51 jornadas sin comparecer ante el juez de Manacor tal y como debía hacer cada día, se decretó su orden de búsqueda y captura. La Audiencia Nacional decretó su ingreso en prisión a las 48 horas de aquella incomparecencia.